La inteligencia artificial (IA) ha comenzado a desempeñar un papel destacado en la formación y el desarrollo profesional de los jóvenes. Sin embargo, a pesar de la creciente presencia de esta tecnología en las rutinas de los jóvenes, estos siguen valorando los métodos tradicionales a la hora de adquirir nuevas habilidades, como es el caso del aprendizaje de idiomas.
Un reciente estudio realizado por Preply pone de manifiesto este patrón. La Generación Z muestra una mayor adopción de herramientas de IA, con un 59% de adopción, frente al 50% de los millennials. Este patrón se repite en todos los países, con Turquía a la cabeza (61%), seguido por España, Polonia y Argentina (empatados con un 60%). En contraste, Estados Unidos y Japón presentan niveles más bajos de adopción, con un 46% y 41%, respectivamente.
El Papel Insustituible de los Humanos en el Aprendizaje de Idiomas
A pesar de esta tendencia, en España, solo el 6% de los jóvenes considera la IA como su método preferido para aprender idiomas, mientras que en Alemania esta cifra se dobla, alcanzando el 12%. Aunque tres de cada cuatro jóvenes españoles de las generaciones Z y millennial utilizan aplicaciones como ChatGPT (siendo lo más común las tareas como la traducción, recopilación de datos y generación de textos e imágenes), prefieren recurrir a métodos tradicionales como la conversación, los tutoriales o las clases particulares cuando se trata de aprender idiomas.
Esta encuesta, realizada a 5.400 participantes de nueve países de Europa, Asia y América, también apunta a que los hombres usan más las aplicaciones de IA como ChatGPT, con un porcentaje del 61% (frente al 48% de las mujeres).
La Importancia de los Vínculos Personales en el Aprendizaje
Según Kirill Bigai, cofundador y CEO de Preply, «Experimentar con la IA se ha convertido en algo común, tanto en el trabajo como en nuestro tiempo libre. Hoy día, gracias a herramientas como ChatGPT las oportunidades que ofrece esta tecnología son increíbles, pero como muestra este estudio, el papel de los humanos en el proceso formativo sigue siendo insustituible. En este sentido, el directivo afirma que los jóvenes «prefieren las lecciones cara a cara y el aprendizaje práctico, métodos que no sólo amplían sus conocimientos, sino que también fomentan vínculos personales que les inspiran y motivan».