Julia Navarro publicó ‘El niño que perdió la guerra’: «Los políticos no pueden dar lecciones en temas de inmigración»

La reconocida escritora Julia Navarro ha vuelto a la escena literaria con su nueva novela «El niño que perdió la guerra», una obra que vuelve a abordar el tema del desarraigo y la migración. En una reciente entrevista, Navarro ha criticado duramente la forma en la que los políticos están manejando el asunto de la inmigración, afirmando que «ninguno puede dar lecciones humanitarias porque no lo está haciendo bien».

La autora de «La hermandad de la Sábana Santa» defiende que la inmigración es un problema «de nunca acabar» y que los motivos que llevan a las personas a abandonar sus países de origen son el «hambre, la miseria y la violencia». En este sentido, considera «demagógica» la forma en la que los políticos abordan el tema, acusándose mutuamente de ser los «buenos» o los «malos» en lugar de ofrecer soluciones humanitarias al problema.

La sociedad española, «mucho mejor que sus políticos»

Navarro no comparte las declaraciones del futbolista Vinicius, quien calificó a España como un país racista. Por el contrario, la escritora afirma que la sociedad española «es mucho mejor que sus políticos» y que lo que ve es «una enorme red de solidaridad de los ciudadanos» con los inmigrantes, algo que, en su opinión, no está siendo respaldado por los dirigentes políticos.

Según la autora, la diferencia radica en que «la gente llega hasta donde puede llegar» para ayudar a los inmigrantes, mientras que los políticos «no están respaldando esa red ciudadana de ayudas. Navarro reconoce que la solidaridad de la sociedad es «insuficiente» ante la magnitud del problema, pero defiende que España no es un país racista.

Las dictaduras, «de rojo o de azul»

Por otro lado, Navarro se ha mostrado en contra de respaldar determinados movimientos totalitarios en función de la ideología, recordando que «las dictaduras siguen siendo dictaduras se pinten de rojo o azul». La autora hace referencia a la fascinación que ejerció la Rusia comunista de Stalin en algunos partidarios de la República española, a pesar de que, en sus palabras, «eran dos dictaduras confrontadas y una de ellas en nombre de unos ideales y que ponía al pueblo como gran excusa».

Navarro también señala que en este tipo de regímenes totalitarios, «el primer enemigo a abatir es todo aquel que tiene un pensamiento propio y crítico», como es el caso de los artistas, escritores, pintores, músicos y periodistas, quienes se convierten en «peligrosos para los dictadores» al tener una proyección y capacidad de influencia en la sociedad.

En definitiva, la escritora Julia Navarro ha utilizado su nueva novela y la promoción de la misma para denunciar la forma en la que los políticos están abordando el tema de la inmigración, así como para reivindicar el papel de la sociedad civil y advertir sobre los peligros de los regímenes totalitarios, independientemente de su ideología.