La Dirección del Plan Insular de Protección Civil de Gran Canaria-PEIN del Cabildo ha emitido una declaración de emergencia por un episodio de contaminación marina en los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Telde. Este hecho se debe a un vertido de tres toneladas de fueloil que se produjo durante la madrugada en el interior del muelle Virgen del Pino del Puerto de La Luz y de Las Palmas, generando una mancha de combustible que ha salido del recinto portuario y ha llegado a la playa de Bocabarranco.
En respuesta a esta situación, el Cabildo ha activado la alerta en virtud de la Declaración de la Dirección General de Emergencias y en aplicación del Plan Territorial de Emergencia de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias Plateca. Esto implica la puesta en marcha de diversos protocolos y acciones para hacer frente a la emergencia.
La Evolución y Alcance de la Mancha de Fueloil
La mancha de fueloil ya había alcanzado unas dimensiones de 2,5 kilómetros de largo y 400 metros de ancho, y avanzaba a 0,5 millas por hora, con la previsión de que se acelerara en breve debido a las corrientes existentes en las zonas hacia las que se encaminaba. La mancha ya había llegado a la costa teldense de La Garita y seguía avanzando hacia el sureste, poniendo en peligro los espacios naturales de Jinámar, Tufia y Punta de la Sal.
El consejero insular de Medio Ambiente, Raúl García Brink, ha informado sobre la evolución del vertido, señalando que podría haber dañado a los invertebrados que habitan en estos puntos del litoral, lo que a su vez podría generar afecciones a las aves que se alimentan de ellos, especialmente a las garcetas, los zarapitos y los vuelvepiedras.
Acciones y Preocupaciones del Cabildo
El Cabildo ha activado un Puesto de Mando Avanzado en la zona de la Restinga, en la costa de Jinámar, desde donde se ha podido presenciar in situ la evolución del vertido. Además, se han desplegado labores de Salvamento Marítimo para intentar dispersar y evaporar la mancha, así como trabajos para evitar que el fueloil afecte a la estación desalinizadora de Jinámar.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha expresado la preocupación por la posibilidad de que el vertido llegue a la zona de producción y fabricación de agua, lo que podría generar un problema serio en la isla. Por ello, el Cabildo ha manifestado su compromiso de hacer un seguimiento de la evolución del vertido y aportar todo lo que esté en su mano para hacer frente al problema.