En un movimiento estratégico, el Gobierno español ha nombrado a Óscar López, actual director de Gabinete del presidente Pedro Sánchez, como el nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública. Este relevo llega en momentos clave, con la necesidad de impulsar la digitalización de la economía española y modernizar las administraciones públicas.
López, un veterano del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), asume este cargo en sustitución de José Luis Escrivá, quien pasa a ocupar el puesto de gobernador del Banco de España. Con una trayectoria política consolidada y una sólida experiencia en el equipo de Sánchez, López se enfrenta ahora a una serie de retos apremiantes en los ámbitos de la transformación digital y la función pública.
LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL EN MARCHA
Una de las principales tareas de López será liderar el despliegue de los fondos europeos para impulsar la digitalización de la economía española. Esto implica abordar desafíos como la reordenación del espectro radioeléctrico, donde la fusión entre Orange y MásMóvil ha generado un excedente de frecuencias que deben ser gestionadas.
Además, López deberá dar un impulso definitivo al Programa Único-Banda Ancha, financiado por los fondos NextGenerationEU, cuyo objetivo es proporcionar servicios de banda ancha ultrarrápida a las zonas sin cobertura adecuada. Asimismo, se espera que el nuevo ministro fomente la extensión de la cobertura 5G en todo el territorio nacional.
En cuanto a las operadoras de telecomunicaciones, López tendrá que abordar el impacto en la opinión pública del ERE para 795 personas presentado por MasOrange, a pesar de sus compromisos previos de preservar el empleo. Este ajuste de plantilla se suma a los recortes llevados a cabo este año por otras compañías del sector, lo que ha generado una afectación cercana a las 6.000 personas.
MODERNIZACIÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA
En el ámbito de la Función Pública, López se enfrentará a una serie de desafíos planteados por los sindicatos. Estos reclaman la aprobación de una Oferta de Empleo Público para 2025 acorde a las necesidades reales de personal, la eliminación de la tasa de reposición y el cumplimiento del compromiso de reducir la temporalidad al 8%.
Asimismo, los sindicatos solicitan un nuevo acuerdo salarial que permita a los empleados públicos recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década, así como la equiparación salarial entre las distintas administraciones públicas.
Otras de las prioridades en la agenda de López incluyen culminar los procesos de estabilización en las administraciones públicas, implantar la jornada de 35 horas y desarrollar la Ley de Función Pública para posibilitar la evaluación del desempeño de los funcionarios. Además, se prevé la modificación del Estatuto Básico del Empleado Público para abordar aspectos como la homogeneización de la promoción interna, la carrera profesional y la regulación de la jubilación parcial.
UNA TRAYECTORIA POLÍTICA CONSOLIDADA
Óscar López, con un marcado perfil político, llega a la cartera de Transformación Digital y Función Pública como la mano derecha de Pedro Sánchez hasta el momento. Su experiencia en el PSOE se remonta a 2012-2014, cuando ocupó la Secretaría de Organización del partido. Posteriormente, fue senador y diputado por Castilla y León, antes de asumir la presidencia de Paradores en 2018.
Con este nombramiento, López se convierte en una figura clave en la estrategia del Gobierno para impulsar la digitalización de la economía y la modernización de la Función Pública. Su trayectoria política y su cercanía a Sánchez le otorgan un perfil privilegiado para abordar estos retos de manera efectiva y coherente con los objetivos del Ejecutivo.