El Plátano de Canarias lleva dos años sumido en su peor crisis. Este verano la fuerte subida de las temperaturas ha impulsado su producción, justo en el momento del año en que hay menos demanda.
Esto ha obligado a destruir una parte de la producción reciente de plátanos en las islas (un hecho habitual para controlar los precios y las exportaciones a la Península), pero no ha logrado derribar los precios, lo que ha levantado las críticas de algunas entidades de productores independientes.
Y es que en las islas ya son cuatro semanas seguidas sin opciones de vender fuera el plátano de Canarias, con valores de transacción en verde que sean remunerativos para el agricultor platanero local, toda la oferta semanal alcanzada en las islas, que es justo la identificada como marca semanal de corte, la que luego se lleva, en circunstancias normales, al empaquetado y se embarca a Península.
LA CRISIS DEL PLATÁNO DE CANARIAS SE SUMA A LAS CEBOLLAS DE MÁLAGA O AL DE LOS LIMONES DE MURCIA
La realidad es que hay una parte de la producción de los plátanos que los agricultores tienen que retirar del mercado para evitar que los precios se hundan por exceso de oferta, ya que las islas producen más de lo que los peninsulares pueden consumir. Este hecho es conocido como la ‘pica del plátano’, y para los productores tiene sentido, porque si los precios bajaran mucho, al final, el transporte de la mercancía les costaría más que lo que pudiesen ganar con la venta, por lo que se comprometería su rentabilidad.
Los productores se están limitando a aplicar las medidas de gestión de crisis aprobadas por la Unión Europea cuando se producen circunstancias como las actuales con el objetivo de estabilizar las explotaciones y evitar su endeudamiento.
Esto que se suma a otras crisis como la de la cebolla en Málaga o la de los limones en Murcia. En el caso del primero, los agricultores malagueños protestan por la falta de compradores de sus cebollas. Las causas como ha sucedido en otras ocasiones parecidas vienen marcadas por un inusual 2024 en el que la cosecha ha sido especialmente generosa.
LAS ASOCIACIONES DE AGRICULTURAS PROTESTAN POR COMPETENCIA DESLEAL
Sin embargo, las asociaciones de agriculturas protestan por la competencia desleal que está suponiendo la entrada desde hace varios meses de cebollas procedentes de países como Senegal, Chile o Perú, a las que denuncian por sus bajos precios y por haber inundado el mercado, lo que ahora provoca que las cebollas tempranas de Málaga no tengan salida.
A la vez, desde Asprocan (la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias) se solicita a los operadores de distribución que actúen rápidamente para reducir los precios de venta del plátano de Canarias al consumidor y aproximarlos a los precios de origen, en sintonía con la situación de la oferta.
Como avanza el medio local Canarias Ahora, en la semana del 12 al 18 de agosto -la segunda del año en la que ha habido pica- se esperaba que se retirase en torno al 25% de la producción, esto es alrededor de dos millones de kilos del total producido, mientras que solo se envió 5,5 millones para su comercialización. De ese 25%, 800.000 kilos correspondería a la pica “obligatoria” y 400.000 a la “voluntaria” (la que deciden los propios agricultores). Esta semana 33 es la segunda consecutiva con pica en las islas, y no se espera que sea la última. En solo 15 días, se han retirado más de tres millones de kilos.
«La experiencia nos demuestra que impulsar la oferta de Plátano de Canarias beneficia los resultados de toda la cadena de venta al ofrecer un producto nacional de calidad diferenciada, con demostrados beneficios para el medio ambiente y la sociedad. Por ello, es necesario que se comercialice a un precio kilogramo adecuado», indican desde Asprocan.
LA COMPETENCIA DEL PLÁTANO DE CANARIAS CON LA BANANA DE FUERA DE ESPAÑA
Al hecho de la falta de mercado, se le suma el cambio climático. «Los inviernos han sido bastante benignos para la cosecha, con más calor del habitual, y hace que tengamos siete millones de plátanos en pleno verano cuando no somos capaces de vender más de cuatro o cinco«. Asimismo, se piden comprensión a la población respecto a la pica y señala que «la agricultura no es predecible, no son latas de sardinas o paquetes de galletas que puedes decir ‘elaboro tanto y vendo otros tanto’, hay años productivos y otros más complejos».
Hay un tercer factor que influye todo el año y que es más difícil aún de ponerle remedio: la competencia que tiene el plátano de Canarias con la banana procedente de fuera de España. «No es normal que, mientras nosotros tenemos que cumplir con los requisitos de trazabilidad que nos exige la Unión Europea para producir y vender un kilo de plátanos, la banana no pase ni uno y se comercialice a la par que mi fruta», denuncian.