Las monedas de euro han capturado la atención de entusiastas y expertos del numismático por igual. Desde su introducción en 2002, el euro no solo ha sido una herramienta esencial para la economía europea, sino que también ha dado lugar a una serie de ediciones especiales y monedas conmemorativas cuyo valor ha superado con creces su denominación original. Entre todas ellas, una se ha destacado recientemente como una de las más codiciadas y valoradas, tanto por su rareza como por la fascinación que genera en el mercado del coleccionismo, pero no ha sido la única. Un ejemplar de origen nacional ha llegado a valer casi un millón de euros, superando todas las expectativas.
A continuación te contaremos por qué los coleccionistas están dispuestos a pagar casi un millón de euros por estas monedas.
2La moneda más búsqueda de España
La moneda en cuestión es el centén segoviano. Se trata de una de las más exclusivas y codiciadas en la historia de España, fue emitida durante el reinado de Felipe III como un homenaje a figuras destacadas de la nobleza. Con un valor nominal de 100 escudos, esta moneda de oro fue creada en dos series de solo cuatro ejemplares cada una, lo que la convierte en un tesoro extremadamente raro. Una de las series fue acuñada en 1609 y la otra en 1633, destacándose por su exclusividad y por nunca haber sido destinada a la circulación oficial, lo que aumenta su atractivo en el mundo del coleccionismo.
El centén segoviano es una pieza de considerable tamaño y peso, con sus 350 gramos de oro puro y un diámetro de aproximadamente siete centímetros. Esta impresionante moneda no solo es valiosa por sus características físicas, sino también por el contexto histórico en el que fue creada. Por ejemplo, una de estas se acuñó en honor a la visita del Príncipe de Gales, Carlos, a España, un evento de gran relevancia en la época. Este hecho histórico, sumado a la limitada producción de la moneda, contribuye significativamente a su elevado valor en el mercado numismático.
El alto valor del centén segoviano también se debe a su exclusividad absoluta. Solo existen ocho ejemplares en el mundo, lo que la convierte en una de las monedas más raras y deseadas por los coleccionistas. Su rareza, junto con su impecable estado de conservación en las pocas colecciones donde se encuentra, ha hecho que su precio en el mercado se dispare a niveles astronómicos. La combinación de historia, rareza y la calidad de su fabricación la convierte en una pieza inigualable, un verdadero tesoro que muchos desearían tener en sus manos.
