La trágica noticia del fallecimiento de un menor de ocho años ahogado en una poza de un paraje natural de Albuñol, en la costa de Granada, conmocionó a la comunidad local. La familia, originaria de Marruecos y residente en Motril, tuvo que enfrentar no solo el doloroso duelo, sino también los complejos trámites burocráticos para repatriar el cuerpo del niño a su país de origen.
Afortunadamente, la comunidad de Albuñol se unió para brindar su apoyo solidario a la familia en este difícil momento. El Ayuntamiento de la localidad y la comunidad islámica local trabajaron en conjunto para facilitar el proceso de traslado y entierro del menor en Marruecos, su país natal.
Tragedia en Un Paraje Natural de Albuñol
El fatídico incidente ocurrió el pasado sábado 24 de agosto, cuando la familia del menor se encontraba disfrutando de un día de campo en el paraje conocido como «El Río», una zona de recreo con merendero y una poza donde los vecinos de Albuñol y alrededores acostumbran a bañarse. Lamentablemente, en medio de esta actividad, el niño perdió la vida ahogado en la poza.
Según las fuentes municipales, los servicios de emergencia que acudieron al lugar no pudieron hacer nada por salvar la vida del menor. La zona, si bien es un popular sitio de recreo, está señalizada como no apta para el baño, lo que evidencia la necesidad de extremar las precauciones en este tipo de entornos naturales.
La familia del niño es originaria de Marruecos y residente en Motril, en la misma comarca del litoral granadino. Tenían vinculación con Albuñol, donde habían acudido a pasar el día con familiares. La Guardia Civil abrió una investigación sobre los hechos, como es habitual en este tipo de sucesos.
Solidaridad de la Comunidad para Repatriar el Cuerpo
Tras el fallecimiento, la familia tuvo que enfrentar una serie de trámites burocráticos para poder repatriar el cuerpo del menor a Marruecos, su país de origen, donde sería enterrado. En este proceso, contaron con la ayuda del Ayuntamiento de Albuñol, que se afanó en agilizar y facilitar los procedimientos para que la funeraria pudiera activar el traslado.
Además, la comunidad islámica local se unió en una iniciativa solidaria, realizando un llamamiento para recaudar fondos a través de una cuenta bancaria y así poder ayudar a la familia con los gastos del traslado. Esta muestra de apoyo y empatía de la comunidad malagueña fue fundamental para mitigar el dolor y facilitar el entierro del menor en su país natal.
Finalmente, el viernes a última hora, la familia pudo realizar el viaje y trasladar el cuerpo a Marruecos, donde ya ha recibido sepultura. Este doloroso proceso contó también con la ayuda de los vecinos de Albuñol, una comunidad que se unió para brindar su solidaridad y acompañamiento a la familia en estos momentos tan difíciles.