En un movimiento que sacude el panorama político regional, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha anunciado que en su próxima reunión con el presidente argentino, Javier Milei, respaldarán el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela. Esta noticia llega en medio de la creciente tensión política en la región, donde la lucha por la democracia y la libertad se libra en diferentes frentes.
Foro Madrid: Uniendo Fuerzas Contra la Izquierda Radical
La reunión entre Abascal y Milei tendrá lugar en el marco del Foro Madrid, una iniciativa de la Fundación Disenso, asociada al partido Vox. Este encuentro, que contará con la presencia de otros líderes políticos latinoamericanos y europeos, tiene como objetivo «delinear una agenda común de la libertad» que haga frente a la influencia del Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y la Internacional Progresista. El principal tema a abordar será la situación en Venezuela tras las controvertidas elecciones de finales de julio.
Según los organizadores, el «régimen asesino» de Nicolás Maduro ha cometido un «fraude electoral masivo» mientras «se producen secuestros, torturas y asesinatos contra el pueblo venezolano». En este contexto, Abascal ha denunciado un «golpe de estado de Maduro contra la oposición legítima que representan María Corina Machado y Edmundo González Urrutia«. El líder de Vox espera que este encuentro sirva para dar un apoyo internacional a González Urrutia y reconocerlo como el presidente electo y legítimo de Venezuela.
Una Alianza Por la Libertad en Iberoamérica
Esta no es la primera vez que el Foro Madrid se reúne en la región. Previamente, se han celebrado encuentros en Bogotá y Lima, con el objetivo de alertar sobre la «llegada y la agenda nociva del Pacto Histórico y de Gustavo Petro en Colombia», y de «denunciar a aquellas fuerzas que pretendían restituir en el poder al golpista Pedro Castillo» en Perú.
El Foro Madrid busca consolidar y ampliar la «alianza por la libertad» en Iberoamérica, transmitiendo que es posible derrotar a las fuerzas de izquierda radical sin abandonar las convicciones propias, tal como lo demuestra el éxito de Javier Milei en Argentina. Esta estrategia de unir a las fuerzas políticas comprometidas con la democracia y la libertad en la región se enfrenta a la creciente influencia de los movimientos progresistas y de izquierda, que buscan imponer su agenda en el continente.