Marsella, una ciudad con un legado histórico impresionante y una belleza que quita el aliento, se alza como una joya escondida en la costa mediterránea de Francia. A menudo eclipsada por sus vecinas más famosas como París o Niza, Marsella se presenta como un destino turístico que merece la atención de viajeros ávidos de cultura, historia y paisajes pintorescos.
En este artículo, nos sumergiremos en las maravillas que ofrece esta ciudad portuaria, desde su rica herencia multicultural hasta sus playas doradas, pasando por su exquisita gastronomía y su ambiente animado.
5LA BELLEZA NATURAL QUE ENVUELVE A MARSELLA
La magia de Marsella no solo reside en su historia y cultura, sino también en su impresionante belleza natural. La ciudad está rodeada por un entorno natural excepcional que la convierte en un destino único para los amantes de la naturaleza. A pocos kilómetros del centro de la ciudad se encuentra el Parque Nacional de Calanques, un paraíso de acantilados, calas escondidas y aguas cristalinas que ofrece oportunidades infinitas para practicar senderismo, escalada y deportes acuáticos. Explorar este parque nacional es como adentrarse en un mundo de belleza prístina y salvaje que contrasta con la vida urbana de Marsella.
El archipiélago de las islas Frioul, accesible en ferry desde el puerto de Marsella, es otro tesoro natural que no debes perderte. Estas islas ofrecen una escapada tranquila en medio del Mediterráneo, con playas de aguas turquesas y una biodiversidad marina impresionante. Además, en la isla de If se encuentra el famoso Castillo de If, inmortalizado por el escritor Alejandro Dumas en su obra «El Conde de Montecristo«. Este castillo fortaleza es una pieza importante de la historia de Marsella y ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el mar.