Tras semanas esquivando los medios tradicionales, la candidata demócrata para la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, acompañada del candidato de su partido a la vicepresidencia, Tim Waltz, se ha paseado por CNN donde la periodista Dana Bash le hizo una entrevista que, en teoría, debía ser una posibilidad para presentar varios de sus planes de gobierno. Lo cierto es que además de ser una sesión de preguntas como mínimo fáciles para la candidata, incluso aquellas sobre cambios de posiciones históricos se hicieron con delicadeza, en la práctica la candidata escapó de algunas preguntas clave sin dar una respuesta clara.
La más evidente es la de su plan económico. Incluso escapando de los reportes más alarmistas, no hay duda que el país norteamericano está lidiando con algunos problemas clave. Es cierto que la vicepresidente consiguió defenderse de estos problemas hasta un punto, recordando que ella y el presidente Joe Biden recibieron el país en enero de 2021, cuando Estados Unidos todavía estaba en el proceso de recuperarse de una pandemia, lo que por lo que explica en la entrevista tomó demasiado tiempo.
La tasa de desempleo del país, que ha subido hasta el 4,1%, y la tasa de inflación interanual de 2,5% han sido avisos preocupantes en los últimos meses y son datos que han empeorado desde el año pasado. Ella sigue sin dar detalles de sus planes una vez que llegue al cargo, aunque es de esperar que guardará algunas respuestas para usarlas como munición en el próximo debate presidencial del 10 de septiembre. Sin embargo, el primer acercamiento a los grandes medios, sin duda, será clave en las encuestas de las próximas semanas.
Con 65 días por delante en la carrera presidencial, la candidata demócrata tiene mucho que demostrar. Aunque el reemplazar a un deslucido Joe Biden y la convención republicana le dieron un buen inicio en su campaña, los datos de las últimas encuestas vuelven a mostrar cercanía entre ambos candidatos. Lo cierto es que seguimos hablando de una campaña complicada de predecir, sobre todo por qué un cambio de candidato en el último momento, apenas unas semanas antes de la convención.
Aun así, hay contradicciones evidentes. Desde su cambio de posición con el fracking, que pasó de querer prohibir en 2016 a considerar básicamente un «mal necesario» o su salto de un deseo de una sanidad pública universal a simplemente reforzar el actual sistema Medicare. Son decisiones que le han servido para ser más accesible para el ala más centralista del partido, es lo mismo que ha hecho que sus primeras declaraciones sobre Israel vayan en línea con la posición del propio Biden, asegurando que el país tiene «derecho a defenderse».
EL DEBATE COMO PUNTO DE QUIEBRE PARA HARRIS Y TRUMP
Mientras tanto, la cuenta atrás para las elecciones pasa por un debate presidencial que definirá al favorito de noviembre. Aunque en ocasiones la diferencia previa en las encuestas hace que los debates presidenciales sean básicamente una formalidad, las elecciones de este año se ven bastante igualadas y complican predecir el próximo presidente norteamericano, después de todo estamos hablando de una vicepresidenta profundamente impopular en su cargo y de un expresidente que ya perdió una elección.
Ya Harris lanzó los primeros ataques de cara al encuentro. Ha aprovechado la ocasión para culpar a su rival en la carrera presidencial, Donald Trump, de la seguridad fronteriza, señalando su oposición al proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza elaborado por varios legisladores, incluidos republicanos. Cabe mencionar que el candidato republicano ha hecho de los ataques sobre la gestión de la Administración de Joe Biden de la frontera entre Estados Unidos y México uno de sus temas principales desde que perdió las elecciones.
KAMALA HARRIS DEBE VOLAR SOLA
Lo cierto es que Kamala Harris tiene que empezar a volar sola. No puede seguir esquivando respuestas y el empujón en las encuestas que recibió por la novedad de su candidatura y la convención demócrata no llegará hasta noviembre. Lo cierto es que su equipo de campaña ha manejado bien los grandes momentos desde el inicio oficial de su candidatura. Al mismo tiempo, si no puede hablar directamente de sus proyectos, lo más probable es que le pase factura.
Además, lo esperado es que Trump haga ver sus contradicciones en el debate. Aunque el republicano tendrá que lidiar con las propias, lo cierto es que para Kamala Harris la entrevista en CNN es solo la primera con un medio de gran audiencia, si es que algún canal de noticias norteamericano sigue teniendo grandes audiencias, y es de esperar que de aquí a noviembre se complique su realidad.