En los últimos años, la leche de avena se ha convertido en la estrella de las tiendas de café. Su suave sabor y su textura cremosa la han catapultado a la cima de las alternativas a la leche de vaca. Pero ¿es esta popularidad una moda pasajera, o una razón válida para justificar el aumento de los precios? Hoy, analizaremos tres aspectos clave: el impacto ambiental, la experiencia en taza y la versatilidad para los baristas. ¡Sigue leyendo para descubrir por qué el café con leche de avena podría valer cada centavo!
2Experiencia en taza: sabor y textura agradables
Además de su perfil ambiental, la leche de avena ofrece una experiencia única en taza. Su textura espesa y cremosa es muy similar a la de la leche de vaca, lo que la convierte en la preferida para los amantes del café con leche o los lattes. A diferencia de la leche de almendra, que puede ser más ligera y a veces acuosa, la leche de avena añade un cuerpo completo y suave que complementa la acidez del café.
La leche de avena también es naturalmente un poco dulce, gracias a las enzimas utilizadas en su producción que descomponen los carbohidratos. Esto permite reducir el uso de edulcorantes adicionales, ofreciendo una bebida equilibrada y menos artificial. Como resultado, la leche de avena se ha ganado un lugar en los corazones de los baristas y clientes que buscan una alternativa rica y sabrosa a la leche de vaca.