En los últimos años, la leche de avena se ha convertido en la estrella de las tiendas de café. Su suave sabor y su textura cremosa la han catapultado a la cima de las alternativas a la leche de vaca. Pero ¿es esta popularidad una moda pasajera, o una razón válida para justificar el aumento de los precios? Hoy, analizaremos tres aspectos clave: el impacto ambiental, la experiencia en taza y la versatilidad para los baristas. ¡Sigue leyendo para descubrir por qué el café con leche de avena podría valer cada centavo!
1Impacto ambiental: una opción más sostenible
Una de las principales razones detrás del auge de la leche de avena es su impacto ambiental más bajo en comparación con la leche de vaca y otras bebidas vegetales. Para producir un vaso de leche de avena de 200 ml, se requiere menos de un metro cuadrado de tierra, solo 5 litros de agua y se emite menos de 0,3 kg de CO2. En contraste, la producción de leche de vaca demanda hasta 120 litros de agua y genera más de 0,6 kg de CO2.
La leche de avena es también más sostenible que otras alternativas, como la leche de almendra, que consume grandes cantidades de agua. Para muchos consumidores conscientes del medio ambiente, optar por leche de avena no es solo una tendencia, sino una decisión que refleja un compromiso con la sostenibilidad. En las tiendas de café, este factor puede justificar un precio más alto, ya que se trata de una elección que respalda prácticas más ecológicas.
