La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos ha revelado que el índice de precios de gasto de consumo personal, la principal estadística utilizada por la Reserva Federal (Fed) para monitorear la inflación, se mantuvo sin cambios en julio en el 2,5% interanual. Este dato representa un escenario de estabilidad en los niveles de precios, a pesar de las constantes subidas de tipos de interés implementadas por la Fed en los últimos meses.
La variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el séptimo mes de 2024 con un incremento del 2,6%, sin cambios también desde el dato del mes previo. Por su parte, el importe de los víveres creció un 1,4% y la factura energética se encareció un 1,9%.
Políticas de la Reserva Federal para Combatir la Inflación
Para hacer frente al alza de precios, la Fed ha subido once veces consecutivas los tipos de interés a partir de marzo de 2022, llegando a detener dicho ciclo en julio de 2023. De esta forma, los tipos de interés se sitúan ahora en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, su nivel más alto desde enero de 2001.
En su última reunión del 31 de julio, la Fed optó por mantener la tasa de referencia e indicó que no esperaba que fuese «apropiado» reducirla hasta que adquiriese una mayor seguridad de que la inflación estaba volviendo de forma sostenida hacia el 2%. Aun así, la institución destacó que la inflación había disminuido durante el año pasado y reconoció que en los últimos meses se habían producido «más avances» en esta materia, aunque la inflación seguía siendo «algo elevada».
Perspectivas Futuras y Riesgos Asociados
En este contexto, la Fed ahora estaría atenta no solo a los riesgos del lado de los precios, sino del empleo también. Esto refleja una preocupación por mantener un equilibrio entre el control de la inflación y el sostenimiento del mercado laboral, dos de los principales objetivos de la política monetaria estadounidense.
La estabilidad de la inflación en julio, junto con las medidas adoptadas por la Fed, sugieren que los esfuerzos por contener el alza de precios han dado algunos frutos. No obstante, la inflación sigue siendo un desafío importante que requerirá de un seguimiento constante y la implementación de políticas adecuadas para lograr que la economía estadounidense retorne a niveles de precio más saludables a largo plazo.