La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una alerta crucial sobre una nueva oleada de mensajes fraudulentos que están circulando entre los ciudadanos españoles. Estos mensajes, que se hacen pasar por comunicaciones oficiales de la DGT, están siendo enviados desde diversos números telefónicos, utilizando textos similares con el fin de engañar a los receptores. El objetivo de estos ciberdelincuentes es dirigir a las víctimas hacia sitios web falsos que imitan las páginas oficiales, poniendo en riesgo la seguridad de los datos personales y financieros de los ciudadanos. A continuación te contaremos cómo protegerte de los delincuentes.
3El modus operandi: Cómo operan los estafadores
El método utilizado por los estafadores en esta nueva oleada de fraudes sigue un patrón específico que es importante conocer. Todo comienza con el envío de mensajes SMS que aparentan ser comunicaciones oficiales de la DGT. Estos mensajes suelen contener textos alarmantes o urgentes, diseñados para provocar una reacción inmediata en el receptor.
Por ejemplo, los mensajes pueden informar sobre supuestas multas pendientes de pago, advertencias sobre la caducidad del permiso de conducir, o notificaciones de procedimientos administrativos urgentes. El objetivo es crear un sentido de urgencia que lleve a la persona a actuar sin pensar detenidamente.
Estos mensajes fraudulentos incluyen invariablemente un enlace que, supuestamente, dirige a una página web oficial de la DGT. Sin embargo, al hacer clic en este enlace, el usuario es redirigido a un sitio web falso que imita con gran precisión la página oficial de la DGT. Estos sitios web fraudulentos están diseñados para engañar a los usuarios y hacerles creer que están en un entorno seguro y oficial.
Una vez en el sitio web falso, se le solicita al usuario que ingrese información personal y financiera. Esto puede incluir datos como el número de DNI, información del permiso de conducir, números de tarjetas de crédito, o incluso credenciales de acceso a servicios bancarios en línea. Toda esta información, una vez ingresada, cae directamente en manos de los estafadores.