La inflación en Alemania ha registrado una desaceleración significativa en el mes de agosto, según las cifras preliminares publicadas por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El Índice de Precios al Consumo (IPC) se situó en el 1,9% interanual, cuatro décimas por debajo de la lectura del mes anterior, evidenciando la menor subida de los precios en el país en más de tres años.
Este comportamiento se ve reflejado también en los datos de inflación armonizada, utilizados por Eurostat en sus estadísticas, que se situaron en el 2% en agosto, frente al 2,6% de julio. Este descenso de la inflación se atribuye principalmente a una caída más intensa del coste de la energía, que se habría abaratado un 5,1% interanual en agosto, en comparación con la baja del 1,7% registrada en julio. Por su parte, los precios de los alimentos han experimentado un repunte del 1,5%, dos décimas más que el mes anterior.
La Inflación Subyacente y los Servicios en Alemania
Al excluir el impacto de la energía y de los alimentos frescos, la tasa subyacente de inflación de Alemania se situaría en agosto en el 2,8%, una décima por debajo que en julio. En cuanto a los servicios, la subida de los precios en agosto se mantendría estable en el 3,9% interanual.
Estos datos preliminares de inflación en Alemania abren la puerta a un recorte de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en su próxima reunión de septiembre, según ha señalado Carsten Brzeski, responsable global de macroeconomía de ING Research. El experto destaca que la inflación alemana ha caído por debajo del 2% por primera vez desde marzo de 2021, lo que supone una señal positiva para el BCE.
Implicaciones y Perspectivas Futuras
Brzeski considera que los datos tienen todo lo que el BCE necesita para seguir recortando los tipos de interés en la reunión de septiembre, y subraya que, además de la menor subida interanual desde marzo de 2021, el dato mensual mostró la primera bajada de los precios en Alemania desde 2020, con una caída del 0,1%.
El experto ha resumido que finalmente se observan los primeros signos de una tendencia desinflacionaria que va más allá de los precios de la energía, aunque reconoce que los datos salariales siguen siendo motivo de preocupación. En conclusión, la desaceleración de la inflación en Alemania es una gran noticia para el BCE, que podría aprovechar esta oportunidad para continuar con su política de recorte de tipos de interés.