El reciente fallecimiento de Caritina Goyanes a los 46 años ha dejado una profunda huella en la sociedad española. Su repentina partida, a causa de un infarto de miocardio, ha sacudido a su familia y amigos, quienes apenas habían comenzado a asimilar la muerte de su padre, Carlos Goyanes, ocurrida solo tres semanas antes. Este trágico desenlace ha sido un golpe devastador para una familia que ya estaba atravesando por momentos de inmenso dolor.
El mundo del corazón se ha mostrado conmocionado por la noticia, que no solo marca el fin de la vida de una empresaria querida y respetada, sino que también abre una profunda herida en su círculo más cercano. Las muestras de afecto y solidaridad no han tardado en llegar, mientras que su hermana Carla Goyanes ha roto el silencio con una emotiva despedida pública que refleja el dolor indescriptible de perder a un ser tan amado.
1La despedida en la piscina: El inicio de una tragedia para Caritina Goyanes
La tragedia comenzó de manera inesperada y casi imperceptible. Caritina Goyanes, quien había estado disfrutando de un día en la piscina de la urbanización Guadalmira, comenzó a sentirse mal. Aunque en un principio no se le dio mayor importancia, dado que había presentado algunos mareos en los días anteriores, la situación cambió drásticamente cuando sufrió un desmayo.
El desmayo alarmó a los presentes, y su hijo Pedrito, de tan solo 13 años, junto con una empleada del servicio, corrió a buscar ayuda. Lo que parecía un malestar pasajero se convirtió en una emergencia cuando su marido, Antonio Matos, y un amigo de la familia la trasladaron de inmediato al hospital más cercano en Estepona. Sin embargo, el destino ya había decidido otro camino, y Caritina no sobrevivió al infarto que la sorprendió ese fatídico día.
