Jesús Cimarro, el director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, ha expresado que se encuentra reflexionando sobre su continuidad en el cargo, después de trece exitosas ediciones al frente del certamen. En sus declaraciones, Cimarro ha indicado que cree que ha llegado el momento de «cerrar un ciclo» en su trayectoria.
El futuro del festival, que goza de un modelo de gestión mixto público-privado, se encuentra en un momento de transición. Tras la finalización del contrato que vincula a Pentación, la empresa de Cimarro, con la gestión del evento, se ha convocado un nuevo concurso por dos años, con posibilidad de prórroga por otros dos. La portavoz de la Junta y consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deporte, Victoria Bazaga, ha señalado que se están dando los pasos necesarios para formalizar este nuevo proceso.
UN MODELO DE GESTIÓN EXITOSO
Jesús Cimarro ha revelado que tiene previsto escribir un libro sobre el modelo de gestión del Festival de Mérida, el cual considera «importante» y que quiere reflejar a modo de «manual«. Este modelo, que ha pasado de 52.000 a casi 180.000 espectadores en los trece años que Cimarro ha estado al frente, se ha expandido también a otros espacios, como Regina, Cáparra, Medellín, el Teatro María Luisa de Mérida y Madrid.
Cimarro, que ya ha publicado otro libro sobre producción, distribución y gestión del teatro, quiere ahora plasmar en esta nueva obra el ejemplo del Festival de Mérida, ya que, según sus palabras, «no hay ejemplos» en España de este tipo de modelo de gestión mixto público-privado, y considera que «hay que contarlos y ponerlos en valor«.
EL FUTURO DEL FESTIVAL
Sobre la posibilidad de presentarse al concurso para continuar otros cuatro años al frente del Festival de Mérida, Cimarro ha señalado que «en principio» su intención es «cerrar un ciclo«, aunque también ha matizado que «todo hay que pensarlo«. Independientemente de quién ostente la dirección del certamen en los próximos años, Cimarro confía en que se mantengan «unas bases sólidas» que han permitido el crecimiento y evolución del festival durante su mandato.
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida es un evento de gran relevancia cultural y turística para la región, y su modelo de gestión mixto público-privado ha demostrado ser exitoso y sostenible a lo largo de los años. La decisión sobre el futuro liderazgo del festival corresponde a las administraciones públicas, pero Cimarro ha dejado claro que ha llegado el momento de «cerrar un ciclo» en su trayectoria, aunque está abierto a reflexionar sobre su continuidad en el cargo.