La decisión del Gobierno español de vetar la operación de compra de la empresa ferroviaria Talgo por parte de la empresa húngara Magyar Vagon ha generado gran interés y controversia en el ámbito económico y político del país. Esta medida, tomada por el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, responde a la necesidad de proteger los intereses estratégicos de España y la seguridad nacional, según han informado las autoridades.
El ministro Félix Bolaños ha defendido enérgicamente esta decisión, argumentando que se ha realizado de acuerdo con la normativa nacional y europea, a pesar de que Magyar Vagon haya manifestado su intención de recurrir la medida ante instancias europeas. Bolaños ha resaltado que España es un país atractivo para la inversión extranjera, pero que en casos como este, donde se pone en riesgo la protección de los intereses del país, el Gobierno no duda en tomar las acciones necesarias.
Conexiones Rusas Detrás de la Operación
Según informaciones publicadas, el informe del Centro Nacional de Inteligencia y de Seguridad Nacional habría sido determinante para que el Gobierno tomara la decisión de vetar la operación. Dicho informe habría revelado conexiones con Rusia en torno a la empresa húngara interesada en adquirir Talgo.
De acuerdo con los datos, el 45% de Magyar Vagon está controlado por un fondo estatal húngaro gobernado por Viktor Orbán, quien mantiene vínculos cercanos con el presidente ruso Vladimir Putin. Además, uno de los principales directivos de la empresa, András Tombor, habría sido asesor de uno de los Gobiernos de Orbán.
Asimismo, se ha revelado que la compañía rusa Transmashholding formaba parte del accionariado de Magyar Vagon hasta que las sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania en 2022 obligaron a su salida. No obstante, Tombor ha confirmado que existe un contrato que sigue vinculando a Magyar Vagon con Transmashholding por obligaciones contractuales.
Presiones Recibidas por Sindicatos y Gobierno Vasco
El informe del Centro Nacional de Inteligencia y Seguridad Nacional también habría recogido que, en los últimos meses, tanto los sindicatos como el Gobierno vasco habrían recibido presiones por parte de los hombres clave de la operación.
Fuentes sindicales consultadas por Europa Press rechazan confirmar este extremo, pero sí han indicado que la propia dirección de Talgo era la que más interés tenía en que esta operación saliese adelante, evitando en todo momento dar información a los trabajadores sobre la otra oferta propuesta por Skoda.
En definitiva, la decisión del Gobierno español de vetar la compra de Talgo por parte de la empresa húngara Magyar Vagon responde a una evaluación exhaustiva de los riesgos que dicha operación podría suponer para los intereses estratégicos y la seguridad nacional de España, especialmente en lo que respecta a las posibles conexiones con Rusia que rodean a la empresa interesada en adquirir la compañía ferroviaria española.
