Resonancia magnética: una guía completa para pacientes

La Resonancia Magnetica es una herramienta esencial en el diagnóstico médico. Se conoce por su capacidad de producir imágenes detalladas del interior del cuerpo sin usar radiación. Su uso es muy común, pero a pesar de ello muchos pacientes tienen dudas y se preocupan (sin razón) antes de someterse a una.

¿Qué es una resonancia magnética y cómo funciona?

Una resonancia magnética es una técnica de imagen que usa un campo magnético potente y ondas de radio. Mediante la combinación de ambos se generan imágenes muy detalladas de los órganos y tejidos internos. A diferencia de las radiografías, otro medio de diagnóstico más conocido, aquí no se genera radiación ionizante. Por eso, es más segura en el caso de pacientes jóvenes o en los que se deben hacer exámenes muy a menudo.

El funcionamiento se basa en la manipulación de los átomos de hidrógeno que tenemos en el cuerpo. Al someterse a un campo magnético emiten señales de radio, que se captan por un receptor y se convierten en imágenes por un ordenador.

¿La resonancia magnética duele?

Cuando nos sometemos a una prueba médica, la primera duda que nos surge es si es dolorosa. En este caso tenemos buenas noticias, ya que estamos ante un procedimiento que no es invasivo.

Solo nos debemos acostar en una cama y quedarnos quietos durante el tiempo que nos digan. La máquina es ruidosa y escucharemos golpes, pero eso no nos afecta para nada.

¿Cuánto tiempo dura?

Esto depende de la zona del cuerpo que nos examinen y del detalle de las imágenes requerido. Por norma general, la resonancia dura entre 30 y 60 minutos. A veces se necesita más tiempo, sobre todo si se usa contraste.

¿Qué es el contraste y por qué se utiliza?

Se trata de una sustancia que nos inyectan en el torrente sanguíneo antes de la resonancia y sirve para resaltar áreas específicas del cuerpo.

Este contraste se suele tolerar bien, pero es cierto que algunas personas presentan reacciones leves como dolor de cabeza o náuseas. Si nos ocurre esto, lo mejor es avisar a la persona que está haciendo la resonancia de inmediato.

¿Existen riesgos asociados a la resonancia magnética?

Por la manera en la que se lleva a cabo la exploración, la resonancia es un proceso muy seguro. El principal riesgo tiene que ver con el magnetismo. Si tenemos algún implante metálico, un marcapasos, etc., se puede calentar o llegar a moverse. De este modo, si ese es nuestro caso y nos proponen hacernos una resonancia, hemos de avisar de inmediato.

Otro de los riesgos tiene que ver con la claustrofobia. Hay personas que no se sienten cómodas dentro de un tubo cerrado durante tanto tiempo, aunque se pueden tomar medidas como la administración de un sedante suave. Además, las máquinas más recientes suelen ser abiertas. Eso quiere decir que ya no existe el tubo que asusta tanto a los pacientes que padecen fobia a los espacios cerrados y angostos.

No hay que tener miedo en este aspecto, pues en las resonancias cerradas nos ponen un botón en la mano con el que podemos avisar si la sensación de claustrofobia es demasiado fuerte.