En el corazón del Mediterráneo, una insólita batalla comercial por una fruta está redefiniendo el panorama agrícola: España y Marruecos se disputan el dominio del mercado del higo. Esta fruta milenaria, con su dulce sabor y sus reconocidos beneficios para la salud, se ha convertido inesperadamente en el epicentro de una revolución económica regional. Mientras Marruecos emerge como un nuevo gigante en la producción, superando sorprendentemente a España, los consumidores globales redescubren las virtudes de este alimento ancestral. A continuación, desentrañaremos las claves del éxito marroquí en el cultivo del higo y exploraremos por qué su mercado se perfila como más prometedor que el español en esta temporada.
3Marruecos vs España: La batalla por el trono del higo mediterráneo
En el escenario de la producción de higos, un cambio significativo ha ocurrido en los últimos años. Marruecos, un país con una larga tradición agrícola, ha emergido como un formidable competidor en el mercado global del higo, superando a España, uno de los productores tradicionales más reconocidos.
Según los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2022 Marruecos se posicionó como el cuarto mayor productor de esta fruta a nivel mundial, con una impresionante producción de 109.600 toneladas. Este logro no solo marca un hito importante para la agricultura marroquí, sino que también representa un cambio en el equilibrio de poder en la región mediterránea.
En contraste, España, que durante mucho tiempo ha sido considerada una potencia en la producción de la fruta mencionada, se situó en la sexta posición mundial, con una producción de 43.500 toneladas. Esta diferencia de más del doble entre los dos países es un claro indicador del rápido ascenso de Marruecos en este sector. Es importante destacar que el éxito de Marruecos en la producción de higos se puede atribuir a varios factores. En primer lugar, el país cuenta con condiciones climáticas ideales para el cultivo de la fruta, con veranos cálidos y secos que favorecen el desarrollo de frutos de alta calidad. Además, el gobierno marroquí ha implementado políticas agrícolas favorables y ha invertido en infraestructura y tecnología para mejorar la producción y la eficiencia.
