En la madrugada del día de hoy, se ha registrado un terremoto de magnitud 5,5 en el océano Atlántico, al sur de Lisboa, produciendo efectos que se han hecho sentir en siete comunidades autónomas en España. Este fenómeno, informado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), ha causado preocupación en diversas localidades españolas. A continuación, detallamos los efectos del seísmo en cada una de estas regiones.
El impacto en Galicia
En Galicia, las provincias de Orense, Pontevedra y A Coruña han sido testigos del movimiento telúrico. En ciertos puntos de estas provincias, el temblor fue más evidente, alcanzando el grado III en intensidad. Los municipios pontevedreses de Arcade (Sotomayor), Vilasobroso (Mondariz), Cristiñade y Urcela (Ponteareas), Oia (San Miguel), Rebordans (San Bartolomeu), Saiáns (San Xurxo), Paredes y A Guarda (Santa María) sintieron el movimiento más que en otras áreas. En Orense, O Irixo también experimentó estos efectos, al igual que Padrón en A Coruña.
El grado de intensidad III, según el IGN, se describe como un movimiento perceptible dentro de los edificios. Los habitantes en reposo pueden notar un leve balanceo, y los objetos colgados pueden oscilar ligeramente. Es importante señalar que a pesar de sentirse de manera amplia, este grado de intensidad no suele provocar daños estructurales notables en las infraestructuras.
Extremadura bajo el influjo del sismo
Extremadura no quedó al margen del efecto sísmico. En Badajoz, localidades como La Zarza, Puebla de la Reina, Villafranca de los Barros, Olivenza, La Albuera y Barcarrota se vieron afectadas con un grado de intensidad III. Mientras tanto, en Cáceres, el sismo se sintió en un grado de intensidad II en áreas como Trujillo, Arroyo de la Luz, Alburquerque y Casar de Cáceres, entre otras.
El grado II, según el IGN, se percibe en casos aislados y mayormente por personas en estado de reposo o en posiciones especialmente receptivas dentro de los edificios. Aunque es menos palpable, su extensión ha sido suficiente para que numerosas personas lo notaran en esta comunidad autónoma.
Andalucía y las repercusiones del fenómeno sísmico
La comunidad de Andalucía, debido a su proximidad con el epicentro del terremoto, experimentó consecuencias significativas, especialmente en la provincia de Huelva. Los municipios próximos a la frontera portuguesa, como Jabugo, Cortegana, Aroche, Villablanca, Cartaya, San Juan del Puerto, Lepe, Almonte, y Aljaraque, sintieron el temblor con una intensidad notable (grado III).
En la provincia de Sevilla, Carrión de los Céspedes también experimentó el sismo al mismo nivel de intensidad. Otras provincias como Cádiz, Málaga, Jaén, y Granada sintieron el movimiento en menor medida, con valores en grado II.
Es relevante mencionar que en la provincia de Cádiz, el fenómeno fue perceptible en localidades como Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, Rota, Puerto Real y Cádiz capital. Este amplio ámbito de repercusión demuestra la fuerza con la que el evento sísmico se hizo presente en la península.
Los efectos en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid
En Castilla y León, tanto Ponferrada en León como Aldeatejada en Salamanca registraron un grado III de intensidad. Zamora y Segovia capital también experimentaron el seísmo con una intensidad de grado II.
Castilla-La Mancha fue otra de las comunidades tocadas por el terremoto, en particular la capital Ciudad Real y Puertollano, donde el temblor se sintió ligeramente (grado II).
El alcance del seísmo llegó incluso hasta el norte de España en Asturias, donde Gijón registró una intensidad de grado II. Este mismo nivel de intensidad fue perceptible en la localidad madrileña de Torrelaguna.
Conclusiones y previsiones sobre fenómenos sísmicos en la península ibérica
A pesar de que este terremoto no causó daños materiales ni humanos significativos, la sensación de inseguridad que acompaña a tales eventos recuerda la importancia de mantenerse informado y preparado ante posibles eventualidades. Los datos proporcionados por el IGN son esenciales para comprender el comportamiento sísmico de la región y reforzar las medidas de prevención.
Con base en este reciente suceso, es pertinente que las autoridades locales elaboren estrategias de comunicación y acción eficaz para futuros eventos sísmicos. El refuerzo estructural de los edificios y el establecimiento de protocolos de emergencia pueden marcar la diferencia en estos momentos de incertidumbre.