Son muchas las palabras que se han creado en Internet para entender sus tendencias y fenómenos. Quizás las más conocidas son spam (mensajes y correos electrónicos no deseados), bot (algunos usuarios falsos creados para publicar contenido repetitivo) y phishing (engañar a usuarios para que revelen información personal).
Ahora, con el vertiginoso desarrollo de la Inteligencia Artificial, la IA, ha llegado la primera palabra derivada de esta tecnología que, probablemente, utilizaremos cada vez más a menudo: slop.
EL ‘SLOP’, EL NUEVO SPAM SIN CONTROL GENERADO POR LA IA
Ahora bien, ¿qué es slop, exactamente? En términos resumidos, define a los contenidos no solicitados creados con herramientas de inteligencia artificial generativa. Hay otras características propias de esas creaciones: carecen de supervisión humana, se producen masivamente y su objetivo primario es la monetización.
Al revisar estas particularidades se comprende más cabalmente el vínculo con el spam: el slop es como el correo basura, pero en tu navegador web y por cortesía de la IA.
O lo que es lo mismo; el slop es el nuevo spam creado con inteligencia artificial, contenidos ‘basura’ sin valor ni utilidad más allá de la monetización o de inflar el número de visitas.
Medios especializados en tecnología citan algunos ejemplos, como artículos turísticos que recomiendan visitar tugurios o sitios sin importancia en ciudades, libros publicados en Amazon de nula calidad o memes virales sin sentido en Facebook o X.
EL ÚNICO OBJETIVO DEL ‘SLOP’ ES GENERAR TRÁFICO Y MONETIZAR CONTENIDOS
Estos contenidos son muchas veces ridículos, aunque molestos por su persistencia, generando pérdida de tiempo y frustración entre los usuarios, ya que los obligan a navegar entre decenas de páginas inútiles y reducen la confianza en los contenidos legítimos.
El único objetivo del slop es generar tráfico y monetizar el sitio web o el perfil en redes sociales en el que se publica el contenido escrito con IA. Habitualmente, a través de la publicidad. Debido a su entrada reciente, hoy en día no existen demasiadas herramientas para detectar este tipo artículos. Lo único que podemos hacer por nosotros mismos es contrastar la información que estámos leyendo si existe la mínima sospecha de que haya sido generada con IA.
Asimismo, la única solución viable pasa por obligar al etiquetado de los contenidos producidos por IA, pero todavía sin el éxito esperado.
The Guardian también habla de un artículo sobre la ciudad de Ottawa, Canadá, en el que se recomienda visitar un banco de alimentos como atracción turística.
En este sentido, Simon Willison, al que se considera uno de los primeros expertos que acuñaron el término slop, ha concedido una entrevista a Tech Times para hablar del tema. En ella advierte de que va a ser imposible de erradicar, al igual que ha acabado sucediendo con el spam. Sin embargo, asegura que esta catalogación “ayudará a concienciar sobre los peligros de la IA sin supervisión” y a combatirla.