La ciudad de Madrid ha sido testigo de una trágica sucesión de eventos en un edificio del distrito de Fuencarral-El Pardo. Una explosión de gas, registrada el pasado jueves, cobró la vida de una mujer de 75 años y dejó herida a su hija de 42 años, quien se encuentra aún recuperándose en el Hospital de La Paz.
La explosión, que tuvo lugar en la novena planta de un edificio de trece pisos, obligó al desalojo de los vecinos y dejó sin suministros al inmueble. Según las autoridades, el incidente se debió a una fuga de gas en la canalización, lo que generó una mezcla altamente inflamable que, al encontrar una fuente de ignición, desencadenó una fuerte deflagración.
Impacto Devastador de la Explosión
La mujer de 75 años sufrió quemaduras en el 20% de su superficie corporal, mientras que su hija resultó con el 60% de su cuerpo quemado. Además, otras tres personas tuvieron que ser atendidas por crisis de ansiedad provocadas por el incidente. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, explicó que el colapso del ascensor y las escaleras ha obligado al desalojo de los pisos superiores, que tardarán aproximadamente cuatro meses en ser rehabilitados.
El proceso de desescombro, que durará entre 10 y 12 días, y las posteriores obras de rehabilitación, estimadas en cuatro meses, serán llevadas a cabo por la propiedad del edificio a través de su seguro. Mientras tanto, se está trabajando para restablecer los suministros de luz, gas y agua a los vecinos afectados, con el objetivo de que puedan regresar a sus hogares lo antes posible.
Respuesta de las Autoridades y Apoyo a los Afectados
Desde el Samur Social se ha ofrecido la colaboración a aquellos afectados que no tengan solución habitacional. Sin embargo, según el delegado, no ha habido ninguna familia que haya solicitado recursos, ya que han podido encontrar alternativas por sí mismos.
La Policía investiga las causas de la explosión, que según los Bomberos, «todo indica que ha sido una explosión de gas en canalización». La fuga abierta y la enriquecida mezcla de aire y gas habrían provocado la deflagración y la onda expansiva, que desencadenó la trágica bola de fuego que causó las graves quemaduras a las víctimas.
Este incidente ha puesto de manifiesto la importancia de la seguridad en las instalaciones de gas y la necesidad de una vigilancia constante para prevenir este tipo de tragedias. Las autoridades y la comunidad se enfrentan ahora al desafío de brindar el apoyo y la asistencia necesarios a los afectados, mientras se investigan las causas y se implementan medidas para evitar que algo similar vuelva a ocurrir en el futuro.