La seguridad vial y el cumplimiento de las normas de tráfico son preocupaciones constantes para la Dirección General de Tráfico (DGT). En su esfuerzo por reducir accidentes y mejorar la seguridad de conductores y peatones, la DGT ha implementado diversas medidas, entre ellas la instalación de radares en semáforos. Estos dispositivos, diseñados para detectar infracciones como saltarse un semáforo en rojo, han generado controversia y curiosidad entre los conductores. A continuación exploraremos en detalle el funcionamiento de estos radares, su impacto en la seguridad vial y proporcionaremos información crucial sobre cómo identificarlos.
1DGT: Cómo funcionan los radares en semáforos
Los radares de la DGT instalados en semáforos representan un avance significativo en la tecnología de supervisión del tráfico urbano. Estos dispositivos, lejos de ser simples cámaras, son sistemas sofisticados diseñados para capturar con precisión las infracciones de tráfico en las intersecciones reguladas por semáforos.
El corazón de estos sistemas radica en su configuración de doble cámara. La primera cámara se activa cuando el semáforo está en rojo y detecta un vehículo aproximándose a la línea de parada. Si el vehículo cruza esta línea, la segunda cámara captura una imagen adicional, proporcionando así evidencia irrefutable de la infracción. Esta secuencia de imágenes no solo documenta el momento exacto de la falta, sino que también permite a las autoridades de la DGT identificar claramente el vehículo infractor.
La tecnología empleada por parte de la DGT va más allá de la simple captura de imágenes. Estos radares están equipados con sensores infrarrojos, una característica crucial que garantiza su eficacia incluso en condiciones de poca luz o durante la noche. Esta capacidad asegura que la vigilancia sea constante, independientemente de las condiciones de iluminación, cerrando así una brecha importante en la seguridad vial nocturna.
