El Banco de España ha revelado que Hacienda ha recaudado 11.000 millones de euros adicionales entre 2019 y 2024 al no ajustar el IRPF a la inflación. Esta cifra destaca cómo la falta de deflactación del impuesto sobre la renta ha permitido al Estado incrementar significativamente sus ingresos. El informe del supervisor estima que, de no haber mantenido los tramos del IRPF fijos, la recaudación habría sido notablemente menor.
Desde el 2019, la recaudación del IRPF ha crecido de 86.000 millones a 124.000 millones de euros. Este aumento de 38.000 millones se ha visto impulsado en gran parte por la decisión de no actualizar los tramos del impuesto en respuesta a la inflación. La diferencia entre los ingresos reales y los que se habrían recaudado con deflactación refleja un aumento de 11.000 millones de euros atribuible a este factor.
Los expertos del Banco de España señalan que la progresividad en frío, un fenómeno causado por el aumento de los salarios sin un ajuste en los tramos del IRPF, ha sido crucial para este incremento de la recaudación. La falta de ajuste ha provocado que los contribuyentes caigan en tramos impositivos más altos, generando una mayor carga fiscal a pesar de no haber visto un incremento real en su poder adquisitivo.
El impacto de esta política ha llevado a un aumento en el tipo medio del IRPF, que se estima alcanzará el 15,3% el próximo año. Esta cifra representa un incremento del 20% respecto a 2019, ilustrando cómo la no deflactación ha contribuido a una mayor presión fiscal sobre los contribuyentes. A medida que los salarios suben, los contribuyentes no solo enfrentan un mayor tipo impositivo, sino también una mayor proporción de sus ingresos destinados al impuesto.
A pesar de las críticas y la presión de la oposición para ajustar el IRPF a la inflación, el Gobierno ha mantenido su postura. Hacienda argumenta que las rebajas fiscales recientes han beneficiado a los tramos salariales más comunes, ahorrando a los contribuyentes alrededor de 900 euros al año. Sin embargo, el debate sobre la deflactación del IRPF continúa, mientras el Banco de España deja en manos de los políticos decidir sobre futuros ajustes.
El impacto de la no deflactación: 11.000 millones adicionales para Hacienda
Desde 2019, Hacienda ha logrado recaudar 11.000 millones de euros adicionales gracias a la decisión de no deflactar el IRPF. El Banco de España ha calculado que esta cifra representa una parte significativa del incremento en los ingresos por este impuesto. La falta de ajuste en los tramos del IRPF a la inflación ha permitido al Estado aprovechar la progresividad en frío, que aumenta la carga fiscal de los contribuyentes sin necesidad de modificar las tarifas del impuesto.
El informe del Banco de España destaca que, sin la deflactación, los contribuyentes han sido empujados a tramos impositivos superiores a medida que sus ingresos nominales han aumentado. Esta situación se ha traducido en una mayor recaudación para Hacienda, que ha visto un aumento del 29% en la recaudación por IRPF debido a la falta de actualización de los tramos impositivos. En términos absolutos, esto ha añadido 11.000 millones de euros a las arcas públicas desde el inicio de la pandemia.
La progresividad en frío ha jugado un papel crucial en este incremento. Al no ajustar los tramos del IRPF a la subida de precios, los contribuyentes han enfrentado tipos impositivos más altos a medida que sus ingresos nominales suben, lo que se traduce en una mayor carga fiscal. Esta dinámica ha permitido a Hacienda beneficiarse de los aumentos salariales y de otros ingresos sin necesidad de reformar el sistema fiscal, generando ingresos adicionales sin nuevas leyes o cambios legislativos.
Además, la falta de deflactación ha afectado desproporcionadamente a las rentas medias. Los contribuyentes en este grupo han experimentado incrementos significativos en sus cuotas impositivas debido a que sus ingresos han subido, pero los tramos del IRPF se han mantenido constantes. Como resultado, los ingresos de estos contribuyentes han sido gravados de manera más severa, contribuyendo en gran medida a los 11.000 millones adicionales recaudados por Hacienda.
La decisión de no ajustar el IRPF a la inflación ha proporcionado a Hacienda una fuente sustancial de ingresos adicionales, aprovechando el fenómeno de la progresividad en frío. Esta medida ha permitido al Estado aumentar su recaudación de manera efectiva a expensas de los contribuyentes, que enfrentan una mayor carga fiscal en un contexto de ingresos en aumento.
Progresividad en frío: Cómo la inflación eleva la recaudación del IRPF
La ausencia de deflactación en el IRPF ha tenido un impacto significativo en la recaudación del impuesto. Al no ajustar los tramos del IRPF a la inflación, los contribuyentes se han visto obligados a tributar en tramos impositivos superiores a medida que sus ingresos nominales han aumentado. Este fenómeno ha provocado un incremento en el tipo medio efectivo del impuesto, que, según el Banco de España, alcanzará el 15,3% en 2025, lo que representa un aumento del 20% respecto a 2019.
El informe del Banco de España destaca que el tipo medio del IRPF ha crecido debido a la progresividad en frío, una situación en la que los contribuyentes pagan un porcentaje mayor de sus ingresos sin que su salario real haya aumentado. Este efecto se debe a que los parámetros del IRPF, como los tramos y beneficios fiscales, no se han actualizado en línea con la inflación. Como resultado, los contribuyentes han sido empujados a tramos impositivos más altos, lo que eleva la carga fiscal de manera significativa.
El análisis muestra que este ajuste no realizado ha generado un efecto desproporcionado sobre las rentas medias y medias-altas. Estos contribuyentes, que han experimentado aumentos nominales en sus ingresos, se encuentran con un tipo efectivo más alto sin que su poder adquisitivo haya mejorado en igual medida. Esta situación ha permitido a Hacienda incrementar su recaudación sin necesidad de modificar las tarifas del impuesto, beneficiándose de la erosión del valor real del dinero.
Además, el Banco de España estima que la progresividad en frío ha sido responsable de aproximadamente la mitad del aumento en la ratio del IRPF sobre el PIB observado entre 2019 y 2023. Esta cifra subraya el impacto significativo que la falta de ajuste fiscal ha tenido en la recaudación. Si los parámetros fiscales se hubieran actualizado completamente, la recaudación del IRPF habría sido aproximadamente 11.000 millones de euros inferior, lo que demuestra la magnitud del efecto de la inflación sobre el impuesto.
En definitiva, la progresividad en frío ha actuado como un multiplicador de la recaudación del IRPF, elevando el tipo medio del impuesto a medida que los tramos impositivos permanecen inalterados. Este fenómeno ha contribuido a un aumento significativo en los ingresos fiscales, destacando cómo la falta de ajuste frente a la inflación ha repercutido en los contribuyentes y en las finanzas públicas. La proyección para 2025 sugiere que este impacto seguirá siendo notable si no se implementan cambios en los parámetros fiscales.