La ciudad autónoma de Ceuta se enfrenta a un desafío migratorio sin precedentes, con el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) desbordado y sobrepasando su capacidad. A pesar de los esfuerzos por aliviar la situación, el centro sigue albergando cerca de 800 residentes, muy por encima de las 512 plazas que posee. Esta crisis humanitaria exige una respuesta coordinada y efectiva de las autoridades, tanto a nivel local como nacional.
Traslados a la Península Buscan Aliviar la Sobrecarga
En un intento por mitigar la sobrepoblación del CETI, este sábado 49 personas de diversas nacionalidades, en su mayoría procedentes de países del África subsahariana y del Magreb, han sido trasladadas a centros de acogida en Andalucía. Este grupo incluía una sola mujer, de origen marroquí. Estos movimientos pretenden aliviar la situación en el centro, que ha superado con creces su capacidad máxima. Según los últimos datos, el CETI alberga cerca de 800 residentes, a pesar de contar solo con 512 plazas disponibles.
Menores Migrantes: Una Carga Adicional para Ceuta
La crisis migratoria en Ceuta no se limita solo al CETI, sino que también afecta al centro de acogida para menores migrantes. Actualmente, la ciudad acoge a 459 menores, lo que representa una sobreocupación del 422 por ciento. Tan solo en agosto, han ingresado 219 personas en esta categoría. Ante esta situación, el presidente del Gobierno local, Juan Vivas, y el padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, han lanzado un llamamiento de socorro a las Comunidades Autónomas, solicitando solidaridad y voluntad de acuerdo para hacer frente a este fenómeno estructural.
Búsqueda de Soluciones a Largo Plazo
Si bien los traslados a la península y los llamamientos de ayuda son medidas para aliviar la crisis inmediata, las autoridades en Ceuta reconocen la necesidad de encontrar soluciones a largo plazo. El Ejecutivo autonómico ha expresado su intención de trabajar en un segundo plan de contingencia, además de buscar un consenso entre instituciones y partidos políticos para alcanzar una respuesta «estructural» y «estable» a este fenómeno estructural de la migración.
La situación en el CETI de Ceuta y los centros de acogida para menores migrantes refleja una crisis humanitaria que requiere una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades competentes. Mientras se implementan medidas a corto plazo, como los traslados a la península, es fundamental desarrollar soluciones a largo plazo que aborden de manera integral los desafíos migratorios de la ciudad autónoma.