No es un secreto para nadie que los conductores de las plataformas de VTC como Uber, Cabify o Bolt dependen del funcionamiento correcto de las aplicaciones para hacer su trabajo. No solo para cumplir con los pedidos de la empresa que los haya contratado, sino para poder llegar a las metas que piden las empresas del sector para pagar los bonos de facturación. Por eso, es de esperar que si la misma tiene un problema, los trabajadores no tarden demasiado en llamar la atención de la situación.
Según varios conductores contactados por este medio, el problema más reciente es que los usuarios de Uber no están recibiendo la información correcta de los tiempos de espera. Específicamente que no siempre llega al viajero la información cuando uno de ellos debe hacer una parada previa, esto hace que la aplicación avisa que un conductor que todavía debe hacer una para previa está a tan solo 3 minutos del punto de recogida, lo que es imposible de cumplir para este y que resulta en viajes cancelados y varios de estos pueden traducirse en una suspensión temporal de la cuenta, explican varios conductores de Uber contactados.
Por su lado, la plataforma de VTC asegura que la aplicación funciona de forma correcta, y que las variaciones en el tiempo de espera dependen realmente de las fluctuaciones del tráfico en ciudades como Madrid. «Al usuario siempre se le informa debidamente del tiempo que el conductor va a tardar en llegar hasta donde está, cómo sabes, a través de la aplicación, el usuario puede ver dónde se encuentra el vehículo que va a recogerle en cada momento, así como el tiempo estimado que queda para la recogida (que puede variar si hay atasco o un accidente, por ejemplo)», explican desde Uber.
Aseguran, a pesar de lo que dicen los conductores, que «no hay nada extraño ocurriendo en el marketplace de España, todo está funcionando con total normalidad y sin fallos en la aplicación». «La app siempre muestra al usuario un tiempo estimado de recogida que toma como base la distancia a la que se encuentra el conductor y que puede verse afectado por una elección de ruta alternativa por parte del conductor, atascos, cortes de calle, accidentes, etc. pero que se actualiza de manera constante y precisa», incitan desde Uber.
Pero sea un fallo informático o un problema de programación, lo cierto es que los conductores que se encuentran en esta situación sufren una larga lista de problemas. Desde recibir llamadas por la lentitud de un usuario que espera mientras aún tienen al anterior en el vehículo, pasando por la pérdida de un viaje y su facturación y en el peor de los casos una suspensión temporal de la cuenta, con todo lo que eso implica económicamente para trabajadores que incluso con el nuevo convenio aprobado en Madrid viven al día y dependen de cumplir con los bonos de facturación.
UBER Y SU COMPLICADA RELACIÓN CON LOS CONDUCTORES
A diferencia del sector delivery, las VTC en España trabajan con conductores contratados. Esto hace que la relación entre ambas partes sea mucho más directa, incluso si quienes firman los contratos no son las propias plataformas como Uber, Cabify o Bolt sino empresas intermediarias como Auro o Vecctor. Al mismo tiempo, es evidente que estos siguen enfrentando problemas similares a los repartidores autónomos, y el principal problema compartido por ambas partes es la cantidad de horas que deben trabajar para subsistir, con algunos señalando que sus días tras el volante pueden superar las 12 horas.
Por tanto, que la aplicación les castigue por un problema interno es un problema para su bolsillo. Incluso asumiendo que no se traduzca en suficientes cancelaciones por parte de los usuarios como para generar una suspensión el alargar sus ya eternos turnos de trabajo para cubrir un viaje cancelado por estos problemas es un castigo complejo, sin contar con que esa cantidad de horas tras el volante se pueden traducir en un peligro para trabajadores, clientes y demás usuarios de las vías por la que transitan.
Además, hay que añadir que que la reciente negociación entre los sindicatos y las empresas de VTC en Madrid, desde donde llegaron las denuncias a este medio, fue complicada. Aunque finalmente se resolvió con una firma entre el Sindicato Libre de Transporte (SLT) con la patronal del sector, el proceso fue muy tenso y en el camino se recordaron los problemas que atraviesan los conductores para alcanzar las metas de facturación marcadas por la plataforma.
UN PROBLEMA TAMBIÉN DE CARA A LOS USUARIOS
Lo cierto es que, además, se traduce en un problema directo para los usuarios, que bien pueden preferir probar con otras opciones ante la situación. Y es que, si bien es evidente que el mayor problema es para los conductores de Uber, los usuarios tampoco reciben del todo la información que necesitan para tomar decisiones sobre el servicio, y tardan más en cancelar, lo que empeora la situación de ambas partes. En esa realidad, lo que puede parecer un problema menor es también una pequeña tragedia para los trabajadores.
De momento queda ver si la plataforma reacciona. Lo cierto es que es verdad que hasta ahora han sabido atravesar estas pequeñas crisis y se han vuelto una de las pocas empresas en su sector en presumir de beneficios en los últimos años. En cualquier caso, mientras tanto esperan los conductores.
