Sabrina Carpenter ha tenido uno de los crecimientos más importantes y rápidos dentro del mundo del pop. Desde que en 2023 su canción del año anterior, ‘Nonsense’ se transformara en un éxito viral, ha sido imposible ignorarla, y poco a poco ha ido ocupando espacios cada vez mayores en las listas de éxitos hasta que su reciente sencillo, la explosiva y accesible ‘Espresso’ fue la pieza final, un tema que ocupa un espacio en las listas de éxito que se esperaba que este año ocuparan figuras como Dua Lipa o Ariana Grande, pero que no ha conseguido este año.
Lo cierto es que no debería sorprender. Mientras que Dua Lipa y Ariana Grande siguen apostando por canciones para llenar estadios y Taylor Swift, a pesar de la grandiosidad de su ‘Eras Tour’ parece dedicada cada vez más a discos intimistas que rozan en lo indie como lo muestran ‘Midnights’ de 2023 y ‘Tortured Poet’s Department’ de este año Sabrina Carpenter ha sabido quedarse a la mitad del puente. Su música tiene tanto de pop moderno como de guiño al sonido New Wave de los 80, pocas estrellas pop permiten que la guitarra y el sintetizador compartan tanto espacio en 2024, y además tiene un sentido del humor, el romance y lo sexy cercano a la generación Z.
Más que ‘Espresso’, a nivel anglosajón quizás la canción más importante del año, si hay que revisar una canción que exprese la magia de Carpenter es ‘Nonsense’. Un tema que intenta capturar la primera vez que vemos a la persona que nos gusta y la mezcla de emociones que define ese momento, pero además su sentido del humor es evidente desde el primer verso. Desde hacer un chiste sobre subir una octava su voz al ver a la otra persona entrar en la habitación, pasando por la facilidad con la que puede escribir un hit pop, pocas canciones muestran mejor la identidad de una artista que aún está floreciendo.
LAS NUEVAS DIVAS POP ENTRE LA AUTORÍA Y EL HUMOR
Lo cierto es que la nueva generación de divas del pop es algo diferente a las anteriores. Aunque a estas alturas no son muchos lo que quieren referirse a figuras como Cristina Aguilera o Britney Spears como vacías, lo cierto es que la conexión con su música se debía más a los coros accesibles que a la personalidad de las artistas desde que figuras como Lady Gaga y Taylor Swift explotaron en las listas es evidente que las normas de juego han cambiado, y que la personalidad pesa más que nunca para tener un éxito.
Solo hace falta ver a las contemporáneas de Carpenter en el mundo anglosajón. Billie Eilish, Olivia Rodrigo o Lorde son artistas que escriben sus propias canciones, dispuestas a jugar con los géneros que habitan hasta romperlos y a explorar temas complicados en sus canciones, incluso si superficialmente sus canciones parecen piezas pop fáciles de digerir suelen tener cosas importantes que decir.
Sabrina Carpenter no es la excepción. Pasearse por su disco de 2022, ‘Emails I Can’t Send’, es encontrarse no solo con temas de pop construidos de forma impecable, sino también piezas de folk como ‘Because I Liked a Boy’ o experimentos en el rock como ‘Vicious’. No es algo que pudieran hacer sus predecesoras, pero incluso en ese juego las cuatro siguen manteniendo un sentido del humor que hace que se sientan más cercanas que figuras previas.
De hecho, al seguirlas de cerca parece que figuras como Dua Lipa o Ariana Grande, a pesar de su espacio indiscutible dentro del panorama pop se sientan como piezas del pasado. No es primera vez que ocurre, después de todo no es casual que aún haya ríos de tinta sobre Taylor Swift y que el nuevo disco de Katy Perry haya sido ignorado.
EL DISCO CLAVE PARA SABRINA CARPENTER
Pero si Sabrina Carpenter quiere mantener este éxito, el disco que sale hoy, ‘Short n’ sweet’, será clave. Es su primer gran lanzamiento después de que los reflectores de la cultura pop se posaran sobre ella, y esto la obliga a cumplir con unas expectativas que antes no estaban presentes. Será clave ver cómo lo enfrenta y cómo reacciona su nuevo público a tener un nuevo trabajo de larga duración completo.
Los primeros sencillos han sido muy bien recibidos. Pero dada la importancia que se le ha dado al disco en los últimos años gracias al streaming, después de años en los que se ignoró a favor de las canciones sueltas, es clave que este funcione como un todo del mismo modo que lo hizo ‘Emails I can’t send’.