Facu Campazzo es una estrella del Real Madrid y de la selección de Argentina en baloncesto. El base de 1,78 metros, de 33 años de edad, se ha confesado acerca de todo lo que tuvo que cambiar para poder formar parte de la plantilla blanca, que se ha convertido en su segunda casa y en donde ha podido obtener grandes logros.
En su palmarés, el argentino posee cinco Supercopas de España, tres Copas del Rey, dos Euroligas y cuatro Ligas ACB. Son números redondos que lo tienen en un lugar privilegiado en el equipo de Florentino Pérez. Además, esa extraordinaria carrera también la ha podido acompañar con su historia en el equipo albiceleste, en donde incluso tuvo como grandes aliados a jugadores de la talla de Scola, Ginóbili o Nocioni.
Facu Campazzo todavía no piensa en el retiro
Facu Campazzo ha aclarado el tema de su futuro. De momento, no se retira del deporte que tanto ama y asegura que aún tiene mucho que dar en esta disciplina. Claramente, es su forma de vida, y por eso se ha mojado al decir que querría llegar al menos hasta los 40 años jugando. Sin embargo, sabe perfectamente que cuando su cuerpo le diga basta, será el momento de bajar el telón.
Eso sí, el base ha revelado que para llegar al punto en donde está, tuvo que trabajar muy duro, pues no tenía hábitos saludables. Y es que antes de cumplir los 25 años no solía comer bien, no descansaba del todo y llegó un punto en el que esto se convirtió en un círculo vicioso. Lógicamente, al no descansar y no alimentarse bien, no podía tener energía para entrenar o para cumplir con sus compromisos. «Tomaba gaseosas, comía comida rápida, almorzaba mal, dormía siesta de cinco horas…», aseguraba.
Luis Scola fue su agente de cambio
Luis Scola ayudó a Facu Campazzo a forjar un cambio en su estilo de vida. Por eso, hoy en día, el jugador le tiene un gran aprecio al legendario de Floresta. Gracias a él, quien lo metió en ese mundo, comenzó a ser mejor, recuperó las ganas de entrenar y, por supuesto, comenzó a tener más éxito profesional.
Dicho cambio fue clave para poder tener un hueco en el conjunto blanco, que es histórico tanto por el fútbol como por el básquet. El jugador también se mojó sobre su jefe, Florentino. Sobre él, dijo que es un hombre de respeto (lo impone como pocos). Sin embargo, posee una calidez humana que es digna de admirar. Ha dicho que siempre ha tenido una buena relación con él, ya que incluso cuando estaba en la NBA muchas veces le prestó el apoyo. Lo considera un pilar en su carrera deportiva porque cuando tiene un problema lo recibe sin problemas en su oficina y le tiende su mano.