La sandía es una de las frutas más consumidas durante los meses de verano, siendo un símbolo refrescante y saludable en muchos hogares. Su tamaño considerable, sin embargo, ha llevado a que en los supermercados se ofrezcan mitades o cuartos, lo que parece una opción conveniente para muchos. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha emitido una advertencia sobre esta práctica, destacando que, aunque comprar sandía por mitades puede parecer una elección habitual, existen riesgos significativos para la salud que deben ser considerados. A continuación exploraremos en profundidad las razones detrás de esta alerta, los peligros asociados con el consumo de sandía cortada y cómo podemos protegernos al disfrutar de esta deliciosa fruta.
4Consejos para comprar y consumir sandía de forma segura
Para aquellos que no desean renunciar a la comodidad de comprar sandía cortada, existen algunas precauciones que pueden tomar para minimizar los riesgos. La OCU recomienda verificar que la sandía cortada esté almacenada en un entorno refrigerado en el supermercado. Si la sandía no está adecuadamente refrigerada, es mejor evitar su compra.
Al llegar a casa, la sandía debe ser consumida lo antes posible. Si no se consume de inmediato, debe ser almacenada en el refrigerador, idealmente en un recipiente hermético para evitar la exposición al aire y la contaminación cruzada con otros alimentos. Es importante recordar que la sandía no debe dejarse a temperatura ambiente por más de tres horas, especialmente en los días calurosos.
Al cortar la sandía en casa, asegúrate de que los utensilios, como el cuchillo y la tabla de cortar, estén bien limpios. Además, es recomendable lavar la cáscara de la sandía antes de cortarla, ya que puede haber estado en contacto con superficies sucias o contaminadas durante su manipulación y transporte.