La responsable de Campañas y Comunicación de Accem, María Tejada, ha alertado del preocupante impacto que los discursos de odio tienen sobre los menores migrantes no acompañados. Según sus declaraciones, estos discursos generan un importante daño emocional en estos jóvenes, haciéndoles sentir discriminados y estigmatizados, lo que les lleva a intentar pasar desapercibidos y autocensurarse.
Tejada explica que desde el 2018 han visto un incremento considerable de estos discursos de odio, especialmente dirigidos contra la población migrante y, en particular, contra los niños y adolescentes de origen extranjero que se encuentran solos y sin apoyo. Según la experta, lejos de disminuir, este fenómeno ha ido aumentando cada vez más, normalizándose y extendiéndose desde las redes sociales hacia el conjunto de la sociedad.
Los Discursos de Odio: Un Mecanismo de Deshumanización y Criminalización
Según Tejada, estos discursos de odio generan una imagen de marginalidad sobre los menores migrantes, vinculándolos sin fundamento a hechos delictivos. La responsable de Accem señala que detrás de estos mensajes se esconde un interés de ciertos grupos o personas por promover una actitud antiinmigración, basada en actitudes racistas y xenófobas.
Estos discursos, advierte Tejada, polarizan a la sociedad y generan odio, lo que puede llevar a que personas exaltadas se tomen la justicia por su mano. La experta subraya que estas informaciones suelen estar completamente manipuladas y no se corresponden con la realidad de los centros de acogida de menores.
El Peligroso Fenómeno de la Desinformación y la Polarización Social
Tejada también se muestra preocupada por el descrédito que se ha generado hacia las fuentes oficiales y los medios de comunicación, permitiendo que cualquiera pueda difundir información sin contrastar, lo que afecta de manera especialmente grave a los menores migrantes, un colectivo vulnerable.
La experta señala que las redes más privadas, como Whatsapp y Telegram, se han convertido en agujeros negros de desinformación, sin que exista ningún dato oficial que relacione un aumento de la delincuencia con la llegada de más menores extranjeros no acompañados.
En este contexto, Tejada hace un llamamiento a la sociedad para que cuide y proteja a estos menores, vengan de donde vengan y sean quienes sean, pues «no dejan de ser niños o adolescentes» que han pasado por situaciones muy duras y que buscan construir un futuro mejor, tanto para ellos como para sus familias.