Steph Curry quiere jubilarse en los Warriors, pero no sabe si lo conseguirá
La temporada pasada, los Warriors fueron un equipo apenas competente con un récord de 46-36, lo cual resultó ser una decepción dada su reciente trayectoria, su constante inversión en la plantilla y el hecho de que ni siquiera llegaron a las eliminatorias por el título, siendo eliminados por los Sacramento Kings en el play-in. En las últimas dos temporadas, desde su campeonato en 2022, solo han ganado una serie de playoffs.
Como resultado, la pasada temporada no vimos a Steph Curry en partidos de gran importancia en televisión. Para añadir más perspectiva, el reciente estado de las cosas para uno de los mejores bases de la historia se actualizó en París 2024: a sus 36 años, y con la próxima temporada siendo la decimosexta de su carrera en la NBA, Curry sigue realizando hazañas que ningún otro ser humano ha logrado en una cancha de baloncesto. En los partidos decisivos entre semifinales y la final, que fueron cruciales para que el último Dream Team ganara el oro, Curry anotó 60 puntos con un impresionante 17 de 26 en triples.
Steph Curry quiere que los Warriors sean los mejores
Las cadenas de televisión estadounidenses no necesitan muchas recordatorios sobre quién es Steph Curry: a pesar de la mala temporada de los Warriors, el equipo tendrá 36 partidos en televisión nacional durante la temporada 2024-25, solo detrás de los Lakers. Pero Curry, como todos los deportistas, está atento a su reloj biológico. Sabe que su mejor momento no durará para siempre y está decidido a hacer que los Warriors sean más competitivos.
Su objetivo es luchar por un quinto anillo, participar en los playoffs y no tener que tomarse vacaciones cuando la competencia se vuelve realmente intensa. Es evidente que su intención es retirarse con los Warriors, la única franquicia NBA en la que ha jugado. Sin embargo, un nuevo tropiezo en la Bahía podría llevarlo a buscar otros destinos donde pueda seguir compitiendo al más alto nivel. Hasta ahora, Curry ha mantenido una postura alineada con los Warriors y no ha lanzado mensajes de presión a través de los medios. Pero esto ha cambiado.
Los Warriors aprenden la lección
Los Warriors están aprendiendo ahora esta lección. Su apuesta por una renovación juvenil, el plan de los dos timelines, no salió como esperaban. Jordan Poole y James Wiseman ya no forman parte del equipo, y Jonathan Kuminga y Moses Moody todavía presentan incógnitas sin resolver. Además, algunas extensiones de contrato esenciales, como las de Draymond Green, Klay Thompson y Andrew Wiggins, han causado problemas o han resultado poco competitivas.
En ese caso, si las cosas no mejoran significativamente o la dinámica sigue empeorando, ¿qué pasará por la mente de Stephen Curry? Esa es la gran pregunta para unos Warriors cuyo segundo máximo anotador la temporada pasada fue Klay Thompson, que, a pesar de sus defectos y limitaciones actuales, ya no está en el equipo. Es un gran revés que no se hayan concretado los intentos por fichar a las dos estrellas que parecían estar al alcance de manera realista, como George y Markkanen. La ansiedad podría aumentar si Curry no firma la extensión de contrato que tendrá sobre la mesa antes de que finalice el plazo el 21 de octubre.