Otra vez la compañía de teatral Yllana la vuelve a liar en su lugar de referencia, el Teatro Alfil. Allí estos humoristas han creado un refrescante espectáculo de humor gestual llamado ‘¡Splash!’. En el desarrollan un show alocado que divierten desde el minuto uno a los espectadores, que a su vez son parte importante del espectáculo según va avanzando el mismo.
¡Splash! trata de trasportarnos al seductor mundo del mar de una forma espontánea, fresca y original, según indican desde la propia compañía. Una sucesión continua de gags cómicos con el mar y el agua de fondo. Escenarios minimalistas, pero sugerentes y una gran selección musical y efectos sonoros hilan una disparatada historia que acaba con toda la sala inmersa en una locura genial.
Sinopsis
Hacer un resumen de la obra es difícil por lo sorprendente que resulta y los giros de la misma, pero vamos a intentarlo para animar a los curiosos a pasar un buen plan de veranos. Con gorro de baño y camiseta a rayas tres actores se visten de marineros y se tiran de cabeza a un océano de sketches: motivar galeones a latigazos, hacer surf con tiburones o salvar tempestades son algunas de las peripecias a los que se enfrentarán en un espectáculo bañado por su ironía característica que convierten a los Yllana en nadadores profesionales de la onomatopeya.
Cabe destacar que el show está dirigido a espectadores de todas las edades con ganas de divertirse. A través del teatro gestual y la pantomima, logra despertar la imaginación en grandes y pequeños y, por encima de todo, hacerles pasar un momento inolvidable y divertido en uno de los sitios más clásicos y bohemios de Madrid.
Reyes del clown
Los Yllana hay que reconocer que a pesar de su veteranía siempre son un chorro de arte fresco para las ares escénicas y el humor español. Practicando el arte de hacer reír sin malicia con un humor de ese al que los críticos denominan blanco accesible para todo tipo de espectadores. Capaces de reinventarse una y otra vez son parte esencial de nuestra escena.
Sacar una sonrisa sin entrar en lo chabacano y en la malicia parece difícil en nuestros días pero ellos son capaces de todo y de hacer pasar cerca de 2 horas entre risas y sorpresas y sin decir una palabra pero con una gran interacción con los asistentes.
Humor inteligente con un escenografía onírica que propone al público una inmersión en una especie de sueño estructurado perfectamente a través de los gags cómicos. No hay tregua para un espectado que al final acaba viajando a través de los actores a un disparate sano. En todo esto se nota la veteranía ya de Yllana sobre las tablas, 33 años ya haciendo reír con su peculiar estilo.
La obra cuenta con la dirección artística de David Ottone y con los artistas: Cesar Maroto, Rubén Hernández, en alternancia Estefanía Rocamora y Toto que hacen un esfuerzo físico y vocal notable durante el show. Además, están inmersos en el proyecto Sol Curiel, José Pastor como encargados del diseño del vestuario. Y de forma especial nombrar al encargado del sonido Jorge Moreno, labor increíble para la conducción del espectáculo y por su puesto no menos importante la iluminación a cargo de Héctor Hugo Gutiérrez.
Elementos todos estos que en definitiva conforman un espectáculo donde la ironía, la escatología y el disparate se mezclan como un gran cóctel para que los que se quedan en la capital o los visitantes eventuales se pasen por el Alfil y disfruten un rato con la evasión veraniega y playera que nos ofrecen los Yllana.