Glovo y Uber engordan sus ingresos con los envíos con vistas al otoño judicial

Mientras que Uber Eats sigue retando a La ley Rider y Glovo enfrenta las consecuencias legales de los años que lleva ignorándola, ambas aplicaciones siguen funcionando y, a pesar de sus problemas reputacionales, siguen siendo populares entre los usuarios. En esa realidad, Glovo está enfrentando una investigación sobre ellos y sobre la empresa dueña de la mayor cantidad de sus acciones, Delivery Hero, y varios casos en España incluyendo una denuncia de fiscalía sobre el fundador y director ejecutivo del otrora unicornio español, Oscar Pierre. Aún ha sido interesante seguir de cerca como, con el verano a cuestas, ambas empresas mantiene un alto costo de envío y como aprovechan esto para mejorar sus datos. 

No es solo el simple detalle que mientras los repartidores, en ambas empresas autónomos a pesar de la nueva ley, siguen reclamando mejoras en cuanto a su situación económica. Si no que además esto ha permitido algo de oxígeno al principal competidor en España, que sí cumple con las nuevas normativas contratando a sus riders, Just Eat, y sirve como estrategia de ambas para atraer a los usuarios a sus opciones de suscripción y fidelización, que sirven como otra pieza interesante dentro de su rompecabezas empresarial. 

Es que además de intentar captar más clientes, parte normal de su estrategia y la de cualquier servicio parecido, y acercarse a los supermercados, están buscando opciones que hagan de cada cliente más rentable. Parte de ello son los servicios de suscripción, Glovo Primer y Uber One, que además de darle al usuario acceso a promociones especiales elimina los gastos de envío que en ocasiones se vuelven la parte más dolorosa del precio de un pedido, en especial si se sabe que no llegan del todo a los repartidores. 

De todos modos, estos ingresos son clave, pues ambas empresas saben que en los próximos meses tendrán que lidiar con avalanchas legales en España. Además de haber sido aprobada, la ‘Ley Rider’ es un punto de honor para su principal promotora en el país y el resto de Europa, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por lo que no parece probable que haya cambios en el texto ni que decidan hacerse la vista gorda sobre la situación. En el camino, las aplicaciones no solo siguen llenas de repartidores autónomos, sino de migrantes que usan las cuentas de otros repartidores, sea por alquiler o préstamo, a espalda de las plataformas. 

GLOVO Y UBER LISTOS PARA SU REALIDAD JUDICIAL

Lo cierto es que sus problemas legales no llegan como sorpresa para ninguna de las dos empresas. Desde la aprobación de la ley y la decisión de qué contratar directamente a los repartidores no era viable para su funcionamiento, no solo por motivos económicos, sino por los problemas de organizar una plantilla para un horario que en la práctica depende más de la demanda que de los deseos del repartidor o de la empresa. 

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Glovo, a través de Delivery Hero, estaba preparado desde principios del año para asumir hasta 400 millones de euros en pagar sanciones por usar trabajadores autónomos y Uber Eats es parte de una empresa con el tamaño suficiente para absorber estos golpes cuando empiecen a llegar con fuerza. De momento han escapado de una crisis similar a la de su competidor español, pero no podrán evitar permanentemente la situación y es de esperar que si siguen usando repartidores autónomos se terminará por repetir la situación con ellos. 

De todos modos, es importante seguir de cerca la situación para superar el caos de la actualidad. Lo cierto es que con el final de la temporada estival en la puerta, y el retorno de los mejores números de solicitudes para estas aplicaciones, será interesante ver cómo reaccionan ante sus problemas con los repartidores. También es posible que la investigación de la Unión Europea y la denuncia de Fiscalía sobre Glovo no lleguen a ningún lado, pero dada la acumulación de denuncias es complicado pensar que ignoran del todo estas situaciones. 

GLOVO Y UBER EATS SIGUEN COMPITIENDO CON JUST EAT

La otra realidad es que si siguen dejando que los precios de entrega aumenten, la competencia con Just Eat podría ser todavía más cerrada. No es un secreto que Glovo y Uber Eats han recibido críticas por la presencia de autónomos en su plataforma por parte de sus competidores, que consideran que esto se traduce en competencia desleal. En esa situación que suban los precios de envío, incluso trabajando con autónomos, es una mala señal a futuro. 

Mientras tanto, Just Eat sigue buscando otras estrategias. No solo negociando con supermercados, sino sumando también una colaboración con Amazon, que puede marcar la diferencia en los próximos años en cuanto a su crecimiento, y sobre todo en cuanto a sobrevivir más tiempo que los competidores que señalan por competencia desleal.