El estropajo de cocina es una herramienta esencial en cualquier hogar, pero también es un foco de acumulación de bacterias y gérmenes que pueden poner en riesgo la salud de tu familia. Aunque fregar platos y utensilios parece un acto inocente, si no se toman precauciones, el estropajo puede convertirse en un nido de microorganismos peligrosos. ¿Sabías que un estropajo puede albergar hasta 362 tipos diferentes de bacterias? Hoy, te contamos con qué frecuencia debes cambiarlo, cómo desinfectarlo correctamente y por qué el uso prolongado puede ser un error.
3Evita la contaminación cruzada
La contaminación cruzada es un riesgo serio cuando usas el mismo utensilio para limpiar diferentes superficies, especialmente después de manipular carnes crudas o pescado. Nunca uses un estropajo que ha estado en contacto con estos alimentos para limpiar otros utensilios o superficies sin antes desinfectarlo o reemplazarlo. Un error común es limpiar una tabla de cortar que ha tenido carne cruda y luego lavar platos con el mismo estropajo. Esto puede transferir bacterias peligrosas como E. coli o Salmonella, que pueden causar intoxicaciones alimentarias.
Cambiar y desinfectar regularmente tu estropajo de cocina es una práctica sencilla pero esencial para mantener la higiene en tu hogar. Siguiendo estos consejos, reducirás significativamente el riesgo de contaminación y protegerás la salud de tu familia. Recuerda, invertir en un nuevo estropajo cada dos semanas es una pequeña acción que puede hacer una gran diferencia.
