Innovación con sabor a tradición: Aldi lidera el cambio en el mercado de snacks

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En un mundo casi totalmente globalizado, acceder a productos de consumos propios de nuestra cultura se ha convertido en todo un desafío. En este contexto, Aldi ha decidido apostar fuerte por nuestras raíces al ofrecer una serie de snacks con una propuesta que combina tradición e innovación. La cadena de supermercados ha introducido en sus estanterías los «crujíos» de Inés Rosales, una marca centenaria que ha sabido adaptarse a los gustos modernos sin perder su esencia artesanal nacional. A continuación te contaremos por qué estos nuevos snacks de Aldi pueden significar un antes y un después en el competitivo mundo de los aperitivos en España.

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La ciencia detrás del crujido: Anatomía de un snack saludable

La ciencia detrás del crujido: Anatomía de un snack saludable

Los «crujíos» de Inés Rosales no son solo un producto sabroso; su composición ha sido cuidadosamente diseñada para ofrecer una alternativa más saludable dentro del mundo de los snacks. Un vistazo a sus ingredientes revela el compromiso con la calidad y la nutrición:

  • Harina de trigo: Base del producto, proporciona la estructura y textura características.
  • Aceite de oliva virgen extra: Aporta grasas saludables y ese toque mediterráneo tan apreciado.
  • Salvado de trigo: Incrementa el contenido de fibra, contribuyendo a la sensación de saciedad.
  • Azúcar y sal marina: En cantidades controladas, realzan el sabor sin comprometer la salud.
  • Hierbas aromáticas (tomillo, romero) y aroma natural de albahaca: Proporcionan el perfil de sabor distintivo.
  • Levadura: Fundamental para la textura y el proceso de horneado.
  • Semillas de sésamo: Añaden textura y aportan nutrientes adicionales.

Con 480 kilocalorías por cada 100 gramos y solo 3,4 gramos de grasas saturadas, estos «crujíos» se posicionan como una opción más equilibrada en comparación con muchos snacks tradicionales. La inclusión de ingredientes integrales y el uso de aceite de oliva virgen extra en lugar de aceites menos saludables contribuyen a su perfil nutricional mejorado. Asimismo, es importante destacar que el producto puede contener trazas de huevo, leche (incluyendo lactosa), frutos de cáscara (como almendras, avellanas o nueces) y soja. Esta información es crucial para consumidores con alergias o intolerancias alimentarias.