Óscar Puente se encuentra en una situación especialmente delicada. Para el ministro de Transportes y Movilidad sostenible nunca ha sido especialmente difícil hacer nuevos enemigos, pero recientemente su choque con una empresa que considera clave dentro del sistema de alta velocidad de España como lo es Talgo, pero a la que ha decidido señalar por la reciente avalancha de incidencias en los servicios del AVE, sobre todo aquellos en la estación de Chamartín que se encuentra en remodelación.
La realidad es que desde la llegada de Óscar Puente al ministerio ha decidido señalar una empresa privada cada vez que ha tenido un problema interno en uno de los servicios públicos que representan. Ya tuvo un pleito con Ouigo, a quienes acusó de fijar precios para hacer inviable el funcionamiento de Renfe, y reaccionó con un ataque frontal a Talgo tras las averías de los AVE que encargó al fabricante español que objetivo de una opa por parte de los húngaros de Magyar Vagon.
De momento no ha reaccionado en ni en declaraciones ni en su cuenta de X, la red social antes conocida como Twitter, a los recientes problemas del servicio de Cercanías en Madrid, desde donde se recuerda que son una constante desde que él es responsable.
Por su lado, Óscar Puente recientemente aseguró que los problemas existentes en los servicios de trenes de España, tanto a nivel de la alta velocidad como de los servicios de Cercanías y Rodalies se resolverán en 2025, haciendo por fin un pequeño «mea culpa» ministerial de los fallos dentro del sistema.
«Poco a poco saldremos de esta situación que, desde luego, es tremendamente desagradable y por la que vuelvo a reiterar mi petición de disculpas a los usuarios», según ha indicado Puente en una entrevista en Espejo Público recogida por Europa Press, donde también se ha referido a la compra de 500 trenes por parte del Gobierno, la que considera la «mayor de la historia» en España.
Respecto a los cortes en la red, Puente ha rechazado que en España se vaya a hacer, dado que lo que se está realizando para afrontar la renovación de las líneas es «mantener el servicio y hacerlo compatible con la realización de las obras». Al mismo tiempo ha defendido la calidad del sistema de alta velocidad ibérico afirmando que «España está muy por delante en materia de puntualidad, incluso con las incidencias», de países como Italia, Francia y Alemania.
De momento, en su defensa, es cierto que está asumiendo la responsabilidad ministerial sobre los sistemas de trenes y la alta velocidad en un momento de cambios. Aunque Raquel Sánchez estaba en el cargo cuando inició el proceso de liberalización del alta velocidad, en la práctica ha sido él quien ha estado en el puesto durante su expansión, y sobre todo cuando se hizo evidente que serían una competencia potente para Renfe, por lo que no es una realidad fácil de navegar.
ENEMIGOS DE LARGA DATA PARA ÓSCAR PUENTE
También hay que señalar que el ministro no escoge a sus enemigos al azar. La realidad es que Ouigo es filial de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF por sus siglas en francés), el equivalente francés de Renfe y se ha señalado desde España que la empresa ha hecho lo posible para evitar que la estatal española pueda operar cómodamente en territorio galo. Originalmente, la meta de Renfe era llegar a Paris antes de los juegos olímpicos, y de momento sigue sin poder llegar a la Ciudad Luz.
Es una pieza importante del rompecabezas, y se repite en la situación con Talgo. Es que su lucha con el fabricante llega después que este no aceptara la oferta de fusión de Skoda. Es una señala de la disposición del fabricante a defender la opa de Magyar Vagon que sigue siendo vista como la mejor oferta posible por los accionistas, que además defienden que es una solución a sus problemas industriales.
TALGO Y OUIGO: ENEMIGOS COLABORADORES DE ÓSCAR PUENTE
Al mismo tiempo, es evidente que Puente sabe que estas empresas son clave para el funcionamiento de la alta velocidad, y lo que un día reclama por redes sociales, al otro día lo recoge en declaraciones, como se evidenció con sus comentarios tras las incidencias de los trenes fabricados por Talgo que aseguraban que la empresa «se había puesto las pilas», y ofrecido técnicos listos para afrontar la situación.
