La DGT no encuentra salida: persiste el problema del exceso de velocidad y las multas no son la solución

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La velocidad excesiva sigue siendo una preocupación principal para la Dirección General de Tráfico (DGT), a pesar de las continuas campañas de concienciación y las severas sanciones impuestas. Una reciente operación de control reveló que un alarmante 5,5% de los conductores aún exceden los límites de velocidad establecidos, resultando en casi 53.000 multas en tan solo una semana. Este comportamiento no solo pone en riesgo la vida de los infractores, sino también la de otros usuarios de la vía. La persistencia de esta conducta temeraria, especialmente en vías rápidas, ha llevado a un aumento significativo en los accidentes mortales, planteando serias preguntas sobre la eficacia de las multas y la necesidad de nuevas estrategias para combatir este peligroso hábito. A continuación te contaremos cómo planea abordar la DGT esta problemática.

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Autopistas y autovías: El nuevo foco rojo de la siniestralidad

Autopistas y autovías: El nuevo foco rojo de la siniestralidad

Un dato particularmente alarmante que emerge de la última campaña de la DGT es el aumento significativo de infracciones y accidentes mortales en las vías rápidas. Las autopistas y autovías, tradicionalmente consideradas como las carreteras más seguras debido a su diseño y características, están experimentando un preocupante incremento en la siniestralidad.

En lo que va de año, los fallecimientos en estas vías han aumentado un 21%, una estadística que ha encendido todas las alarmas en la DGT. De las 52.888 denuncias por exceso de velocidad registradas durante la semana de control, 25.604 correspondieron a conductores en autopistas y autovías, prácticamente igualando las 25.572 denuncias en carreteras convencionales.

Este equilibrio en las infracciones entre vías rápidas y convencionales es particularmente preocupante, dado que las autopistas y autovías están diseñadas para soportar velocidades más altas de manera segura. Según la DGT, el hecho de que se estén cometiendo tantas infracciones en estas vías sugiere una peligrosa tendencia a subestimar los riesgos incluso en condiciones de conducción aparentemente más favorables.