En un golpe a la delincuencia en la Isla de Mallorca, la Policía Nacional ha logrado detener a un hombre de 46 años sospechoso de una serie de robos con fuerza en estaciones de servicio y sustracción de motocicletas. Este individuo, identificado como un delincuente reincidente, ha sido el blanco de una exhaustiva investigación que ha permitido esclarecer al menos 19 casos de robo en gasolineras y 4 robos de motocicletas.
La investigación, llevada a cabo por los Grupos de Policía Judicial de las Comisarías de Distrito Centro, Oeste y Playa, comenzó al detectar un aumento en los robos con características comunes. Estos incidentes tenían lugar invariablemente durante la madrugada, con el forzamiento de los cajetines donde se almacenan las monedas de los boxes de lavado para vehículos.
UN MODUS OPERANDI BIEN DEFINIDO
Los agentes determinaron que el sospechoso se desplazaba a las diferentes estaciones de servicio en motocicletas que, al parecer, había robado previamente. Una vez en las gasolineras, se dirigía a los cajetines de los boxes de lavado, los fracturaba y se llevaba las monedas para luego huir del lugar a toda velocidad. Además de los 17 robos cometidos en Palma, se lograron vincular otros 2 casos en la ciudad de Manacor.
Gracias a la diligente labor investigativa, los funcionarios policiales lograron identificar al delincuente, quien carecía de domicilio conocido y se encontraba prófugo. Sin embargo, los agentes determinaron que el sospechoso frecuentaba un barrio de Palma, pero ante la presión policial, había abandonado la capital y se movía por diferentes pueblos de la Part Forana.
RECUPERACIÓN PARCIAL DE LO ROBADO
Según la información proporcionada, el individuo también se dedicaba a la sustracción de motocicletas, las cuales robaba directamente de la calle en los barrios de Foners y Arxiduc, así como en un garaje del barrio de Camp Redó de Palma. Hasta el momento, se le atribuyen 4 robos de motocicletas, de las cuales la Policía ha logrado recuperar 2: una en Son Banya y otra en Algaida.
En este último caso, el sospechoso fue visto por una conductora empujando una moto a pie por la carretera de Manacor, y ella, de buena fe, lo trasladó a Palma, creyendo que su motocicleta se había averiado. Sin embargo, la investigación posterior reveló que se trataba de un vehículo robado.
Gracias a la estrecha coordinación entre los diferentes cuerpos policiales, incluyendo la Guardia Civil y las Policías Locales, finalmente se logró la detención del delincuente a principios de agosto, quien fue puesto a disposición judicial e ingresado en prisión.