El anuncio reciente de Jorge Rodríguez puede haber herido de muerte, una de las principales propuestas del grupo formado por los gobiernos de Colombia y Brasil para resolver la situación de Venezuela. El presidente de la Asamblea Nacional controlada por el chavismo ha dicho que planteará un cambio en la ley electoral que no permitirá la presencia de observadores internacionales. Es una reacción radical, típica del régimen de Maduro, pero que irónicamente también apartaría a Zapatero y Monedero en caso de que haya una repetición electoral como la propuesta hecha por Brasil.
La propuesta de repetición electoral, ya bastante complicada de realizarse por la negativa del chavismo de asumir problemas o mentiras en el proceso del pasado 28 de julio sumado a las pruebas presentadas por la oposición, que demuestran la victoria del candidato Edmundo González Urrutia, queda además herida de muerte con esta decisión. Es que si ya era complicado pautar una repetición electoral con las lógicas dudas alrededor del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, una repetición requeriría una fuerte veeduría electoral incómoda tras los informes de la ONU y el Centro Carter.
Mientras tanto, el día de ayer, tanto Gustavo Petro como Lula Da Silva han insistido en una solución que incluya no solo la repetición electoral, sino que previamente haya un gobierno de transición, se liberen a los presos políticos, más de 2000 según el propio Maduro, y un «gobierno de cohabitación previo». Pero es cierto que a ambos jefes de Estado parece que se les acaba la paciencia con el que hasta hace poco fue uno de sus grandes aliados en el continente. En su más reciente entrevista de radio, el presidente de Brasil aseguró que Maduro asumiría estas medidas «si tuviera sentido común», y Petro dijo en X, antes Twitter, que «De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo».
En esa realidad se encuentra un país que mientras que se realizan estas negociaciones está secuestrado por las armas de las fuerzas represoras del régimen de Maduro. Mientras tanto, el mundo empresarial del país parece más preocupado por la posibilidad de nuevas sanciones o de que se extienda las sanciones vigentes. Por otro lado, la figura de Zapatero, que era visto como un intermediario válido hasta hace poco a pesar del rechazo de la oposición venezolana, ha desaparecido. Aunque hay reportes de que pedía reconocer la victoria de Maduro, o bien de que sería parte de mantener un puente para hablar con el régimen, en la práctica se ha mantenido callado.
MADURO SIGUE INTENTANDO SOBREVIVIR
Lo cierto es que si bien el chavismo y el régimen de Maduro están dispuestos a todo para sobrevivir, también es evidente que no ha logrado lo que esperaba con la elección: Normalizar su relación con el mundo internacional. Es a lo que en privado están apuntando Lula y Petro para intentar convencer al venezolano de tomar alguna estrategia que le permita lograr este objetivo, incluso si ésta apunta a una posible salida del poder. Por supuesto, esto último incómoda no solo al líder del régimen sino a varias figuras del gobierno.
Por otro lado, es una estrategia que necesita la disposición de una líder como Maria Corina Machado que ha insistido en que solo está de acuerdo en negociar si es para una transición. Sin embargo, ha dejado claro que entiende que figuras como Petro y Lula tienen una vía de comunicación directa con Nicolás Maduro, algo que es clave si se quiere conseguir una solución pacífica del conflicto.
LOS MEDIOS VENEZOLANOS BUSCAN ESTRATEGIAS PARA SEGUIR INFORMANDO
Mientras tanto, y en respuesta a la represión, los medios venezolanos han buscado estrategias para transmitir la realidad. No solo es que cada vez hay más artículos y noticias sin firma saliendo desde dentro del país, pero además se ha sumado una nueva estrategia, usar «periodistas» generados por inteligencia artificial, bautizados por la #OperaciónRetuit como ‘El Pana’ y ‘La Chama’.
Es una pieza importante de la estrategia. Con figuras como Juan Carlos Monedero entregándose del todo a ser propagandistas del Gobierno, es clave que se puedan seguir amplificando las voces del interior del país. Son varias iniciativas que esperan contrarrestar las campañas permanentes de propagando de un régimen que sigue deseando presentarse como una democracia, incluso si cada día hay más pruebas de que no sea así.
