La venta de Kubo puede dejar un buen pellizco al Real Madrid
El Real Madrid está siguiendo muy de cerca el interés del Liverpool por uno de sus exjugadores, Take Kubo. El conjunto red parece dispuesto a pagar este verano los 60 millones de euros que el japonés tiene establecidos como cláusula de rescisión para salir de la Real Sociedad, una operación que podría dejar un buen pellizco en las arcas blancas y por los que ya se frotan las manos.
Así, según se recoge en el medio japonés Sponichi Annex, el Liverpool estaría negociando con los representantes del futbolista su salario, unas negociaciones que podrían acabar con el nipón en la Premier League la próxima temporada.
El Real Madrid mantiene el 50% de los derechos de Kubo
En el verano del año 2022 la Real Sociedad se hacía con los servicios de Take Kubo a cambio de 7,5 millones de euros. El jugador japonés se integraría en las filas del conjunto donostiarra pero el Real Madrid se guardaría el 50% de los derechos del futbolista durante dicha operación para una futura venta.
Ahora, la salida de Kubo hacia el Liverpool podría ser muy beneficiosa para el conjunto blanco cerrando otra de esas operaciones redondas. En este sentido, el Real Madrid se quedaría con 27 de los 60 millones euros que los británicos pagarán por el jugador, pues los primeros seis millones están exentos de dicha cláusula. La Real Sociedad, por su parte, ingresaría los 33 millones de euros restantes.
La falta de regularidad lastra a Kubo
La falta de regularidad a lo largo de la temporada ha sido uno de los grandes problemas para Take Kubo. En la Real Sociedad el japonés ha vuelto a acusar este problema yendo de más a menos a lo largo del curso. Pese a ello, el nipón ha jugado un total de 41 partidos entre todas las competiciones este año en los que ha conseguido marcar 7 tantos y repartir 5 asistencias.
El Liverpool, aún siendo conocedor de este asunto, confía en el rendimiento de Take Kubo y considera que es el jugador perfecto para dar un golpe de efecto que le ayude a reforzar su línea de ataque. Y es que, a pesar de la falta de regularidad nadie duda de la calidad que el japonés atesora en sus botas.