RTVE se enfrenta a la cruda realidad sin los Juegos Olímpicos ni la Eurocopa

En RTVE hay motivos para celebrar. La posibilidad de transmitir en abierto tanto la Eurocopa como los Juegos Olímpicos ha servido para demostrar que aún hay audiencias para el deporte, para dejar mal parado a Javier Tebas por los problemas de audiencia de la liga española y para que el canal público se posicionará durante la mayoría de la temporada estival como el canal más visto por los españoles. Pero tras el fracaso de los intentos de tener en abierto la liga española de fútbol, el canal vuelve a la realidad, y a competir en audiencias de forma tradicional de nuevo. 

También es cierto que si hay una lupa sobre las audiencias de RTVE se debe sobre todo al intento del propio Gobierno de poner la lupa en ese espacio. No es casual que hayan pagado por los dos grandes eventos deportivos del verano, pagando alrededor de 50 millones de euros por cada uno, el mismo año que se decidió pagar otra millonada por la presencia de Broncano en el canal para competir con las audiencias del controvertido y exitoso hormiguero de Pablo Motos. 

De hecho, no son los únicos esfuerzos hechos por el Gobierno en este camino. La inversión en mejorar la interfaz y el contenido de RTVE Play, la aplicación de streaming del canal, y la mayor cantidad de apuestas de ficción para recuperar el espacio que en su momento ocupaba ‘Cuéntame’ evidencia esta apuesta. Lo cierto es que es casi un punto de orgullo para la administración, y aunque algunas de estas inversiones, en particular la de Broncano, han sido vistas como un despilfarro incluso dentro del canal, también apuntan a un deseo de no seguir viendo como crece la distancia en audiencias entre el canal de estado y otros que lo señalan directamente. 

EL INTERÉS EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS CRECE CON RESPECTO A TOKIO

Aunque parece imposible alcanzar en 2024 los números apoteósicos de Barcelona 92 y Sydney 2000, que pasaban del 80%, los datos de este año mejoraron con la retransmisión de Tokio 2020. Además del daño que puede haber hecho a la transmisión el cambio de fecha del evento este año, los datos son bastante positivos. 

El total de espectadores entre los canales que transmitieron los juegos ha ascendido a 31,3 millones, lo que supone que el 67,1% de la población de España ha contactado, al menos en alguna ocasión, con los Juegos Olímpicos. Y de estos datos, ha sido La 1, el canal en el que público más ha visto los JJOO (19,3% de cuota lineal de media de sus 276 emisiones) seguido de Teledeporte (4,4% de 69 emisiones) y de La 2 (4,4% de 564 emisiones), según datos difundidos por El Mundo.

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A esto se suma que, a diferencia de la Eurocopa o las ligas domésticas de fútbol o baloncesto, los Juegos parecen funcionar mejor para una época tan llena de estímulos como la actual. Es más fácil sintonizar un par de minutos la rutina Simone Biles o el último set de un partido de Alcaraz que entregar 90 minutos, y prórroga, al deporte. Aun así, los buenos datos de RTVE entre ambos eventos demuestran el mal manejo de los derechos televisivos de la liga española bajo el control de Javier Tebas. 

RTVE SE CRECE CON EL DEPORTE DEJA MAL PARADO A JAVIER TEBAS

Mientras tanto, Javier Tebas sigue siendo señalado por su incapacidad de mejorar los números de audiencia de la liga española de fútbol. Es un contraste interesante, que desnuda el costo excesivo que tiene para el televidente promedio ver futbol en el día a día, y mientras que él en Twitter se enfrasca en señalar la piratería como principal culpable, lo cierto es que se evidencia que al tener opciones más accesibles los ciudadanos no suelen apostar por opciones de piratería que además de riesgosas suelen ser incómodas de usar. 

Es quizás el gran descubrimiento que ha salido de los más de 100 millones de euros que ha pagado RTVE por tener los dos grandes eventos deportivos del verano. El problema no es ni la piratería ni la falta de interés, sino que el modelo con el que se distribuye la liga local es complicado de asumir económicamente, además de ser más que incómodo al tener exclusividad con algunas operadoras.