CCOO celebra la bajada de los precios, pero exige al Ejecutivo medidas contra el aumento del coste de la vivienda

La noticia sobre la reducción del IPC en julio es sin duda una buena señal, ya que demuestra que los esfuerzos por contener la inflación están dando algunos frutos. Sin embargo, como bien señala el sindicato CCOO, el problema del encarecimiento del coste de vida para las familias españolas va mucho más allá de la mera evolución del IPC.

La clave está en el impacto del aumento de los precios de la vivienda, tanto en compra como en alquiler. Estos incrementos han tenido un peso fundamental en el deterioro del poder adquisitivo de los hogares, especialmente aquellos que cuentan con hipotecas o que deben hacer frente al pago de alquileres cada vez más elevados. Por lo tanto, el Gobierno debe abordar de manera urgente esta problemática a través de la generación de un parque de vivienda pública y el control de los precios de alquiler.

LA NECESIDAD DE CONTENER LOS MÁRGENES EMPRESARIALES

Pero el análisis de CCOO va incluso más allá. El sindicato también incide en la idea de que los márgenes empresariales siguen «disparados», lo que a su juicio deja «margen para mayores reducciones de precio y aumento de salarios». Es decir, las empresas podrían ajustar más sus márgenes de beneficio para trasladar de manera más rápida y completa las bajadas de costes, especialmente en el caso de la energía y las materias primas, a los precios finales.

Desde el sindicato, consideran que esta contención de los márgenes empresariales excesivos, junto con una mayor subida salarial y la extensión de las cláusulas de garantía, serían medidas clave para mejorar realmente el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras.

LA NECESIDAD DE UNA POLÍTICA ECONÓMICA INTEGRAL Y EQUILIBRADA

En definitiva, la reducción del IPC es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente para hacer frente al fuerte encarecimiento del coste de vida que sufren muchas familias españolas. El Gobierno debe abordar de manera integral el problema, atacando tanto el aumento de los precios de la vivienda como los márgenes empresariales excesivos, y complementando estas medidas con una política salarial más ambiciosa.

Solo con este enfoque amplio y equilibrado se podrá lograr una verdadera mejora del poder adquisitivo y, en definitiva, de las condiciones de vida de la ciudadanía. Los retos siguen siendo significativos, pero el diálogo social y la adopción de políticas valientes serán fundamentales para avanzar en la dirección correcta.