A consecuencia de la nueva turismofobia un fenómeno curioso ha invadido las costas de Mallorca. Desde Cala Morlanda hasta Cala Bota, nuevos carteles decoran las playas, advirtiendo sobre supuestos peligros para los bañistas, riesgo de desprendimientos de rocas, presencia de medusas o contaminación del agua.
Sin embargo, estas advertencias son falsas. La intención que subyace en estos mensajes es alejar a los turistas para que solo los habitantes de la isla puedan acceder a las playas y parajes.
Y es que la soleada isla balear es un destino popular para el turismo de fiesta de bajo presupuesto. Pero los precios no dejan de subir y seguirán haciéndolo en un futuro próximo, según Juan Ferrer, presidente del Sello de Calidad de Playa de Palma.
Las playas de Mallorca se llenan de carteles falsos para ahuyentar la llegada de ingleses
El objetivo no es otro que ahuyentar la llegada de ingleses a sus espacios. Una de las imágenes señala beware of dangerous jellyfish (cuidado con las medusas peligrosas). Sin embargo, más abajo, en pequeño, se puede leer «Playa abierta, ni guiris, ni medusas».
Los carteles están siendo difundidos a través de redes sociales. La entidad ha manifestado que «la usurpación de las calas es sólo una expresión más de cómo el capitalismo utiliza una actividad económica como el turismo, llevada al extremo, para secar gratuitamente el territorio y para extraer el máximo de plusvalía de los trabajadores».
Algunos visitantes se han sentido confundidos y decepcionados al pensar que no podían bañarse pero, por otro lado, esta iniciativa ha tenido reacciones positivas entre los lugareños.
Los carteles alertan en inglés de que la playa está cerrada y hay que hacer un camino andando de casi tres horas
Lo han hecho aplaudiendo la creatividad de la campaña y expresado su apoyo a la causa que no es otra que luchar contra la masificación turística, mejorar la calidad de vida de los residentes y la sostenibilidad de la isla.
Como puede apreciarse en las imágenes, los carteles alertan en inglés de que la playa está cerrada, de que hay que hacer un camino andando de casi tres horas, de presencia de medusas y de desprendimiento de rocas.
Pero justo abajo, en letra más pequeña y en catalán, transmiten mensajes como «disfruta de tu chapuzón desnudo y sin guiris» o «el peligro no es de desprendimiento, es de masificación«.
estoy llorando con los mallorquines poniendo carteles falsos para que los guiris no entren a las playas pic.twitter.com/fL13qv3xmW
— Adrián Galindo (@galiindo13) August 15, 2023
La campaña ha generado un debate entre la comunidad local y los turistas. Mientras algunos visitantes inicialmente se sintieron desconcertados por las advertencias contradictorias, muchos han elogiado la creatividad detrás de la estrategia y han expresado su apoyo a la causa subyacente de controlar la masificación y proteger el entorno.
De hecho, en los comentarios de este vídeo podemos ver algunos que les dan la razón y otros que critican un método como este. «Yo también sufro el turismo masivo donde vivo, les comprendo perfectamente«, «gran iniciativa», «el humor inteligente siempre es revolucionario» o «después dirán que el catalán no es útil», son algunos de los mensajes de apoyo.