En Austria, un tobogán de agua está prohibido para las mujeres. Sí, tal y como se lee. Esta gran polémica, que ha causado enorme revuelo en redes sociales, la hizo visible la saltadora de trampolín de gran altura más exitosa de todos los tiempos, Rhiannan Iffland, quien publicó un video de TikTok en el que denunció la situación.
Una de las cosas más llamativas es que la deportista australiana hizo caso omiso de la prohibición y se tiró por el tobogán, gesto que fue aplaudido por los más de 119.000 seguidores de su cuenta de TikTok. No obstante, hay una frase que indica que no todo acto irracional tiene que ser absurdo, y la razón de ser de todo esto es que el precio por saltar este aparato tan conocido en las piscinas no es caro en cuanto a dinero, pero sí en cuanto a salud.
De seguro que nadie imaginaría que lanzarse de un tobogán implique riesgo alguno para las mujeres. Lo que choca es el mensaje del cartel, que además está escrito en el complejo de agua y parque de aventuras más grande de Austria. El letrero dice textualmente: «debido al alto riesgo de lesiones, las mujeres no tienen permitido utilizar este servicio».
Detrás de la prohibición del tobogán
La deportista Iffland colgó el video y escribió en sus redes que: «aparentemente, las mujeres no pueden bajar». La publicación fue hecha el pasado 20 de junio, y suma casi 50 millones de reproducciones. «No puedo creer ese símbolo», «no veo razón alguna para que los hombres sí se puedan tirar del tobogán y las mujeres no» fueron solo algunas de las reacciones de la publicación.
Lo más sorprendente de todo esto es que varios expertos reaccionaron y explicaron que la prohibición sí tiene algo de sentido, aunque nos cueste creerlo, esto porque el ejercicio representa un alto riesgo de lesiones para las mujeres por dos factores: posibilidad y gravedad.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados unidos, la presión del agua a alta velocidad podría causarle graves lesiones a las mujeres, en especial en la zona genital y el sistema reproductor femenino, algo que suena increíble, pero que es real y que nadie tiene en cuenta cuando se habla de lanzarse desde un tobogán.