Guadalest es pueblo de origen medieval de Alicante que está enclavado en un risco de casi seiscientos metros de altura, ofreciendo vistas impresionantes de las sierras que lo rodean y de su hermoso embalse de aguas turquesas. No solo te dejará sin palabras, sino que te permitirá tomarte unos fotones impresionantes para Instagram.
Este rincón de Alicante tiene una historia que se remonta a la época musulmana, como lo evidencia el Castillo de San José, que data del siglo XI. Esta construcción, ubicado en la cima de un peñasco, ha sido testigo de numerosas batallas y es uno de los principales atractivos del lugar. A lo largo del tiempo, ha sufrido diversas modificaciones, especialmente tras los terremotos de los siglos XVII y XVIII.
El casco antiguo de Guadalest es accesible a través de un túnel excavado en la roca, lo que añade un toque de misterio y encanto. Una vez dentro, los visitantes son recibidos por calles empedradas, casas blancas tradicionales y vistas espectaculares del valle y de su embalse, una impresionante masa de agua turquesa.
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A pesar de su pequeño tamaño, este rincón de Alicante cuenta con varios museos que reflejan su diversidad cultural y curiosidades locales. Entre ellos se encuentran el Museo Municipal Casa Orduña, que ofrece una visión de la vida de la nobleza local, y el Museo de Microminiaturas, donde se exhiben objetos minúsculos, como la Estatua de la Libertad en el ojo de una aguja. También destaca el Museo de Belén y Casitas de Muñecas, un lugar mágico que encanta tanto a niños como a adultos.
El entorno natural que rodea a Guadalest es simplemente espectacular. La Sierra de Aitana y la Sierra de la Xortà ofrecen rutas de senderismo que permiten disfrutar de la flora y fauna autóctonas, además de ofrecer vistas panorámicas inigualables del paisaje mediterráneo. El embalse de Guadalest, con su color turquesa, es otro atractivo que no se puede pasar por alto, ideal para la fotografía y la contemplación.
Sin duda alguna, si vais por Alicante, no puedes perderte este hermoso destino lleno de magia, cultura, tradición y hasta buena gastronomía, porque el conejo al ajillo y los embutidos artesanales son algunas de las delicias que se pueden disfrutar en los restaurantes locales de esta zona.
