El Papa Francisco agradeció a los miembros de los Caballeros de Colón

La Iglesia Católica a menudo ha sido testigo de los desafíos que enfrentan los cristianos alrededor del mundo, especialmente aquellos que sufren persecución por su fe. En este contexto, el Papa Francisco ha expresado su «profunda gratitud» a los miembros de los Caballeros de Colón, una organización católica de origen estadounidense, por su incansable apoyo a esta causa que está particularmente cerca del corazón del Santo Padre como Pastor de la Iglesia Universal.

En una carta publicada el 8 de agosto de 2024, con motivo de la reunión anual de los Caballeros de Colón celebrada este año en la ciudad de Quebec del 6 al 8 de agosto, el Pontífice ha elogiado el compromiso de esta asociación en favor de los cristianos de Ucrania, Oriente Próximo y los países en desarrollo.

Según el mensaje publicado por el Vaticano, el Papa ha resaltado que, junto a las actividades caritativas de sus Consejos locales en todo el mundo, la Orden continúa brindando un apoyo y aliento excepcionales a otros esfuerzos para defender el don de Dios de la vida, la dignidad del matrimonio y la misión de la Iglesia en los países en desarrollo.

La Misión de los Caballeros de Colón

La carta del Papa, redactada a petición del Pontífice por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, fue enviada al caballero supremo Patrick E. Kelly, el más alto funcionario de esta organización católica. El texto se centra en particular en el tema de la Convención, dedicada a ‘La misión’, es decir, a «la dimensión misionera del discipulado cristiano, que el Santo Padre ha subrayado desde los primeros días de su pontificado».

En este sentido, el Papa ha resaltado «la necesidad urgente de dar testimonio de este amor, especialmente en el servicio a los pobres y en el celo apostólico por la edificación de la Iglesia en la unidad, en la fraternidad y en la fidelidad a la verdad salvadora del Evangelio«. Estas palabras reflejan el llamado del Pontífice a los Caballeros de Colón para que continúen siendo un ejemplo vivo de la caridad y la solidaridad cristiana, especialmente hacia aquellos que sufren por su fe.

El Apoyo a los Cristianos Perseguidos

Uno de los principales focos de atención de los Caballeros de Colón ha sido el apoyo a los cristianos perseguidos, particularmente en regiones como Ucrania y Oriente Próximo. Estas comunidades han enfrentado una serie de desafíos y amenazas a lo largo de los años, incluyendo el desplazamiento forzado, la destrucción de iglesias y la violencia dirigida contra ellos.

En este contexto, la labor de los Caballeros de Colón ha sido fundamental. No solo han brindado asistencia material y humanitaria a estos fieles, sino que también han sido una voz poderosa en la defensa de sus derechos y en la denuncia de las atrocidades cometidas en su contra. Además, han movilizado recursos y esfuerzos para reconstruir y restaurar las comunidades cristianas afectadas, demostrando su compromiso inquebrantable con la protección de la libertad religiosa y la dignidad de todos los creyentes.

El Llamado a la Solidaridad y la Unidad

Al elogiar el trabajo de los Caballeros de Colón, el Papa Francisco ha enviado un mensaje claro a toda la Iglesia Católica y al mundo en general. Él ha resaltado la importancia de la solidaridad y la unidad en torno a la defensa de los cristianos perseguidos, así como la necesidad de un compromiso sostenido en favor de aquellos que sufren por su fe.

Estas palabras del Sumo Pontífice son un llamado a la acción, no solo para los Caballeros de Colón, sino para todos los fieles católicos y organizaciones caritativas. Juntos, deben continuar brindando apoyo, aliento y recursos a las comunidades cristianas en riesgo, trabajando incansablemente para poner fin a la persecución y garantizar la libertad religiosa y el respeto a los derechos humanos en todo el mundo.

En un momento en que la intolerancia y la violencia contra los cristianos parecen estar en aumento, el mensaje del Papa Francisco a los Caballeros de Colón es un recordatorio poderoso de la importancia de la compasión, la caridad y el testimonio de la fe en la construcción de un mundo más justo y solidario.