La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad viral transmitida por garrapatas que ha llamado la atención en España en los últimos años. Aunque se trata de una patología conocida a nivel mundial, con la excepción de América y Oceanía, España se ha convertido en el único país de Europa Occidental donde se han detectado casos humanos.
Desde 2013, España ha confirmado 15 casos de esta enfermedad, de los cuales dos se han notificado este año y han tenido un desenlace fatal, elevando a seis el número total de muertes por esta causa en el país desde que se registró el primer caso. Además, actualmente se está investigando un posible nuevo caso en la provincia de Sevilla.
La Amenaza de la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se caracteriza por la aparición repentina de síntomas gripales como fiebre, dolor de cabeza, mialgia y malestar general, así como fotofobia, dolor abdominal, diarrea y vómitos. En los casos más graves, pueden aparecer síntomas hemorrágicos como hematomas, hemorragias nasales y hemorragias incontroladas en los puntos de inyección. Lamentablemente, en los pacientes hospitalizados, la enfermedad puede ser mortal en hasta un 30 por ciento de los casos.
Las personas más expuestas a esta enfermedad son aquellas que realizan actividades al aire libre, sobre todo en zonas agrestes, como agricultores, agentes forestales, excursionistas y soldados, o quienes tienen contacto con animales, como ganaderos, cardadores de lana, trabajadores de mataderos, cazadores y veterinarios. En general, se trata de personas que trabajan en estrecho contacto con la naturaleza en áreas endémicas.
Según las fuentes del Ministerio de Sanidad, la probabilidad de que haya un caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es mucho menor que en el caso de otras enfermedades transmitidas por garrapatas, como la enfermedad de Lyme. Sin embargo, si se presenta un caso, la probabilidad de que sea grave es más alta, con una letalidad que puede alcanzar entre el 20 y el 40 por ciento.
La Distribución y Prevención de la Enfermedad
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad emergente en España, con evidencia de circulación del virus desde 2010. Ese año, se detectó en garrapatas ‘H. lusitanicum’ en la provincia de Cáceres, y en 2016 se diagnosticaron los primeros casos humanos, aunque posteriormente se detectó otro caso de forma retrospectiva ocurrido en 2013.
Según los expertos, Salamanca es la zona de mayor distribución de la garrapata ‘Hyalomma’, que es la que transmite esta patología, y también es la zona donde se introdujo el virus por primera vez. Sin embargo, la distribución se está extendiendo, y hasta ahora la mayor densidad está en la mitad Oeste de la Península Ibérica.
La prevención de la enfermedad se basa en medidas de protección personal frente a las picaduras, la extracción precoz y adecuada de garrapatas en caso de sufrir una picadura, y la identificación temprana y el manejo adecuado de los casos para establecer las medidas de aislamiento y protección individual y evitar contagios de persona a persona.
Desde el Ministerio de Sanidad, se ha insistido en que «no todas las garrapatas están infectadas» y que «no podemos creer que cualquier picadura de garrapata es un alto riesgo, porque no lo es». Además, han recordado que la patología grave es más frecuente en personas mayores y que, si se retira la garrapata en poco tiempo, la probabilidad de contraer la enfermedad es baja.
En resumen, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad emergente en España que, si bien presenta una baja incidencia, puede tener consecuencias fatales en los casos más graves. Por ello, es importante que la población, especialmente aquellos que realizan actividades en contacto con la naturaleza, conozcan los riesgos y las medidas de prevención adecuadas.