En el intrincado mundo de las señales de tráfico, existe una que, a pesar de su crucial importancia, pasa desapercibida para muchos conductores. Se trata de un pequeño rectángulo de color naranja que, desde 2016, advierte sobre tramos de carretera con alta concentración de accidentes. Esta señal de la Dirección General de Tráfico (DGT), aparentemente insignificante, se ha convertido en la responsable de un número sorprendentemente elevado de multas. Su desconocimiento no solo afecta al bolsillo de los conductores, sino que también pone en riesgo la seguridad vial. En este artículo te contaremos por qué esta señal de la DGT es responsable de generar un sinfín de multas todos los meses.
2El costo de la ignorancia: Multas y riesgos asociados
El desconocimiento de la señal naranja de alta concentración de accidentes puede tener consecuencias severas, tanto económicas como en términos de seguridad. En primer lugar, las multas asociadas a infracciones de velocidad en estos tramos suelen ser particularmente rigurosas. La DGT ha intensificado la vigilancia en estas zonas, consciente de su peligrosidad inherente.
Las multas por exceso de velocidad en España varían según la gravedad de la infracción y el tipo de vía. En los tramos señalizados con el cartel naranja, estas multas pueden ascender rápidamente a cantidades significativas. Por ejemplo, superar el límite de velocidad en más de 20 km/h en vías interurbanas puede acarrear multas de hasta 100 euros, mientras que excesos más graves pueden llegar a los 600 euros, además de la pérdida de puntos del carnet de conducir.
Pero el costo no es solo monetario. En los casos más extremos, donde la velocidad excede ampliamente los límites establecidos, la infracción puede constituir un delito contra la seguridad vial. Esto implica no solo multas más elevadas, sino también la posibilidad de penas de prisión y la retirada del permiso de conducir. La gravedad de estas consecuencias subraya la importancia de estar alerta y respetar las indicaciones en estos tramos peligrosos.