Un equipo de investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) del CSIC ha realizado un minucioso estudio sobre el comportamiento alimentario de tres especies de gacelas norteafricanas que coexisten en una reserva de Marruecos.
El objetivo era comprender cómo estas especies potencialmente competidoras -la Gacela de Cuvier, la Gacela dama y la Gacela Dorcas- logran repartir y utilizar el hábitat para garantizar su supervivencia.
Los resultados, publicados en la prestigiosa revista Journal of Mammalogy, revelan fascinantes hallazgos sobre las estrategias de estas gacelas para evitar la competencia y prosperar en un entorno compartido. Este trabajo proporciona información valiosa para mejorar los esfuerzos de conservación de estas especies amenazadas en el norte de África.
Uso Diferenciado del Hábitat: Clave para la Coexistencia
Las tres especies de gacelas analizadas han desarrollado formas distintas de utilizar el hábitat a la hora de buscar alimento. Mientras que la Gacela de Cuvier prefiere alimentarse en el estrato arbóreo, la Gacela dama lo hace principalmente en el estrato herbáceo, y la Gacela Dorcas se decanta por el matorral.
Este uso diferenciado del hábitat es clave para la supervivencia y el éxito reproductivo de cada especie. Al ocupar nichos ecológicos distintos, las gacelas evitan la competencia directa por los recursos, lo que les permite coexistir en la misma reserva desde hace alrededor de 30 años.
Además, los investigadores han observado que, en los periodos de escasez de recursos, como las estaciones más secas, estas gacelas amplían su rango de preferencias alimentarias para compensar la menor disponibilidad de alimento. Esta adaptabilidad les ha permitido prosperar incluso en condiciones adversas.
El Impacto de los Cambios Climáticos
Lamentablemente, las tres especies de gacelas norteafricanas estudiadas se enfrentan a graves amenazas para su supervivencia a largo plazo. La caza furtiva y la pérdida de hábitat han causado descensos dramáticos en sus poblaciones durante la segunda mitad del siglo XX.
Ahora, los investigadores advierten de que los cambios climáticos, caracterizados por la disminución de las precipitaciones en la cuenca mediterránea, podrían representar un nuevo desafío para estas gacelas. Especies como la Gacela dama y la Gacela Dorcas, cuya alimentación depende principalmente de plantas, se verían particularmente afectadas por la sequía, lo que limitaría el desarrollo de las pocas poblaciones silvestres que aún quedan en el norte de África.
Conservación Integral: Diversidad Estructural del Hábitat
Para garantizar la supervivencia a largo plazo de estas especies amenazadas, los investigadores subrayan la importancia de restaurar la diversidad estructural de los hábitats que ocupan. Esto implica promover una mayor heterogeneidad de plantas, arbustos y árboles, lo que permitiría a cada especie de gacela acceder a los recursos que necesita para prosperar.
La investigadora Eulalia Moreno destaca que estos resultados son de gran utilidad práctica para los proyectos de conservación y reintroducción de gacelas en el norte de África. Al conocer las preferencias de cada especie en cuanto al uso del hábitat, se podrán diseñar estrategias más eficaces para garantizar su supervivencia a largo plazo, incluso en escenarios de competencia con otras especies de gacela.
En resumen, este estudio liderado por la EEZA del CSIC proporciona valiosa información sobre las estrategias de supervivencia de tres especies de gacelas norteafricanas que coexisten en una reserva de Marruecos. Sus hallazgos serán fundamentales para guiar los esfuerzos de conservación y restauración de hábitats clave para estas especies amenazadas, que enfrentan retos tanto por la acción humana como por los efectos del cambio climático.